Cuando la constante en el mundo es que cada club o liga tome una decisión unilateral de rebajar los salarios de los jugadores, o incluso suspenderlos del todo, en Costa Rica hubo una negociación entre las partes que permitió llegar a un acuerdo, a todas luces, favorable para los futbolistas.
Por ejemplo, en El Salvador se optó por rebajar el 50% de los salarios, sin consultar a los jugadores.
El Lyon de Francia fue aún más drástico, pues aplicó un mecanismo legal llamado ERTE, que autoriza no pagar los sueldos durante el parón. En España, cada club negocia por aparte. Es el caso del Barcelona, quien habría decidido rebajar el 70% de los salarios, un número hasta ahora extraoficial.
Mientras tanto, al legionario tico Deyver Vega le aplicaron un despido temporal, una medida adoptada por el Valerenga de Noruega, en el que decidieron congelar el pago por un tiempo determinado.
La Nación hizo un recuento de las medidas tomadas en todo el mundo a causa de la propagación del nuevo coronavirus y, por ende, la suspensión de las ligas, y son muy pocos los casos en los que se llegó a un acuerdo económico entre los equipos y los futbolistas (Vea los detalles del acuerdo al final de este artículo).
Entonces, ¿por qué liga de Costa Rica sí pudo llegar a un acuerdo con los jugadores y qué factores mediaron para que esto se lograra?
Los clubes crearon una comisión especial que se encargó de estudiar las medidas a adoptar para amortiguar el golpe; contrario a la mayoría de países, se tomaron dos decisiones determinantes: 1-Negociar en conjunto, como liga. 2-Crear un canal de comunicación directo con la Asociación de Jugadores Profesionales (Asojupro).
El primer punto parece sencillo, pero no lo es, pues en la Unafut cada presidente defiende sus intereses, por lo que es habitual que se genere una división de grupos.
En en esta ocasión hubo un consenso para trabajar, lo que favoreció todas las negociaciones. También se incluyó a la Fedefútbol como mediador, en busca de crear una propuesta que permitiera mitigar una de las realidades más sensibles:
El 67% de los jugadores terminan contrato al finalizar este torneo; de suspenderlo, quedarían automáticamente desempleados y sin un ingreso para sus familias.
Esto motivó a los dirigentes a pensar en una propuesta seria, en la que cada parte hiciera un sacrificio, pero sin debilitar a los que menos dinero ganan.
"En mis años de estar en Unafut nunca había visto un espíritu de colaboración como el de estos días. Realmente se tenían las herramientas para tomar decisiones unilaterales, pero sentíamos que no era lo conveniente. Le hicimos ver a los jugadores que ellos eran parte de la solución", explicó el presidente de Saprissa, Juan Carlos Rojas.
Segundo, al incluir a Asojupro, automáticamente se le dio voz a los jugadores, en lugar de crear una propuesta unilateral para rebajarles el salario, sin su opinión.
Los presidentes reconocen que esta organización no puso trabas y, por el contrario, se mostró anuente a negociar y a colaborar con las propuestas.
“Si hubiésemos declarado la finalización de torneo al 15 de marzo, las familias se quedaban sin un sustento y con una problemática adicional: nadie podía contratar, era condenar a estos muchachos a dos meses sin salario”, explicó el jerarca de Alajuelense, Fernando Ocampo.
Otro factor decisivo en medio de esta crisis es que las televisoras (FUTV y Tigo Sports) decidieron mantener el pago por los derechos de transmisión de los partidos; de cambiar su decisión, probablemente haya que variar este acuerdo.
Ciertamente el golpe es fuerte, pues hay una disminución de los ingresos en la mayoría de apartados.
Por ejemplo, la Liga había crecido sustancialmente en la venta de artículos deportivos, al punto de generar ¢38 millones mensuales en sus tiendas. Para este mes, esperan menos de un millón en este rubro.
Así también sucede con los patrocinadores y las taquillas, aunque los clubes reconocen que muchas empresas han decidido mantener el apoyo en estos tiempos de crisis.
“Este es un momento de solidaridad, había que unirnos. No queda de otra”, explicó el dirigente de Herediano, Orlando Moreira.
Propuesta aprobada.
El nuevo esquema de pagos rige entre el 15 de marzo y el 30 de junio.
Hasta esa quincena de este mes, los jugadores recibirán el 100% de su sueldo.
Luego, aquellos futbolistas cuyo ingreso es igual o menor a ¢500.000, no tendrán ninguna rebaja.
Quienes ganan más de esa suma, se les pagará como piso los ¢500.000, sumado a la mitad del resto de su salario. A modo de ejemplo, un jugador cuyo sueldo es de ¢1 millón al mes, recibirá ¢750.000 (el piso de ¢500.000 más la mitad de la diferencia, que son ¢250.000).
El acuerdo alcanzado estipula que una vez que se reanude el campeonato, los futbolistas pasarán a recibir el 75% de su salario, en caso de que se permita el ingreso de público, o bien, el 60% si los juegos son a puerta cerrada.
Una vez que se normalice la situación en el país, la Unafut organizará un Juego de Estrellas, con el propósito de que la taquilla se distribuya entre los futbolistas.