Pesos pesados de Alajuelense enfurecen al sentirse perjudicados por los árbitros

“Ya no puedo quedarme callado más, han sido varias fechas en las que sentimos que nos han afectado”, afirmó Junior Díaz

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

La actuación de William Mattus dejó atónitos, inquietos y hasta preocupados a todos los integrantes de Liga Deportiva Alajuelense.

El primero en explotar contra el arbitraje fue el gerente deportivo Agustín Lleida, al afirmar que “son cosas que a uno lo hacen sospechar”.

Conforme los jugadores salían del camerino, tras el partido en el que la Liga venció 3-1 a Jicaral, en el último partido de la fase clasificatoria, los pesos pesados del camerino rojinegro se mostraron enfurecidos, al sentirse perjudicados por los árbitros.

“Desde que clasificamos y aseguramos el primer lugar, yo siento que no ha habido un equilibrio con los árbitros, más que todo acá en casa y nos han perjudicado, lo que pedimos es que sean igual, parejos para los dos equipos, que no los favorezcan a ellos ni nos perjudiquen a nosotros, porque el penal que le pitan a Henry Figueroa es increíble”, comentó Díaz.

---

Contó que él le ha preguntado a un árbitro que qué criterio utilizó en una jugada y al siguiente partido se produce una acción igual, consulta de nuevo y las respuestas no coinciden.

“No hay coordinación, no hay sincronización de lo que se tiene que pitar. Yo estuve en Europa muchos años y antes de los torneos llegaban dos personas encargadas de la Comisión de Arbitraje, nos daban una charla con las nuevas reglas, con lo que se iba a pitar, con lo que no y entonces había un aviso, estábamos claros y ya uno como jugador sabe qué hay que hacer y qué no hay que hacer”.

Agrega que eso lo expresa como una crítica constructiva, porque así lo vivió él a alto nivel y que por experiencia propia sabe que funciona.

“Estamos mentalizados en que en lo deportivo es donde nosotros tenemos que hacer diferencia, como lo hemos venido haciendo durante todo el torneo. En semifinales los partidos son más cerrados, cualquier mala decisión arbitral puede afectar el resultado del partido o complicar aún más el resultado de cualquiera de los dos equipos”, citó.

Y agregó: “No puede ser que en casa nos han pitado penales pero afuera hemos tenido esas mismas jugadas en contra, todavía peores, y no nos las pitan, ahí es donde uno dice por qué varía tanto en casa y cuando jugamos de visita. Es un llamado para que no nos ayuden, pero que no nos afecte, que sea equilibrado, que se pite lo que se tenga que pitar y punto, eso es lo que pido yo, porque ya no puedo quedarme callado más, han sido varias fechas en las que sentimos que nos han afectado”.

Por su parte, Marco Ureña también se mostró muy crítico y dijo que espera que esa inconsistencia en los árbitros “sea por mala preparación o falta de algo y no por influencia de otras partes”.

“Es un desastre, qué le vamos a pedir a los árbitros si en todo el torneo han sido irregulares y con malas actuaciones, yo no puedo esperar nada de ellos. Yo como jugador no espero nada de ellos. Una vez tuve un encuentro aquí, que hasta me sentí avergonzado con mis hijos por lo que pasó y es que yo nunca les falto el respeto”.

Además, Ureña citó: “Aquí todo juega, todos empiezan a hacer su papel y la Liga desde que se puso líder han querido bajarnos, eso todos lo sabemos, yo como jugador lo sé, toda mi vida he jugado en la Liga y lo sé, siempre aquí vamos en contra de muchas cosas, así que para mí eso no es nuevo, trato de disfrutar en la cancha y espero que sea falta de preparación de ellos y no influenciados por otras personas”.

La Nación le consultó a Ureña si se iba pensando en que para las semifinales era probable que también se toparan con un arbitraje malo y respondió: “Si así ha sido todo el año, cómo no quiere que piense eso, tengo que estar atento a todo y preparado, yo no quiero que me afecte más mentalmente. Una vez en un partido aquí me afectó mucho y no quiero que me vuelva a sacar una persona que realmente no tiene la capacidad de manejar un partido. Así que quiero disfrutar, vienen las finales, viene la fiesta y ojalá que no sean protagonistas ellos, sino nosotros que estamos en la cancha como jugadores”.

Jonathan McDonald expresó que a lo largo del torneo, en Alajuelense nunca se habían quejado del arbitraje, pero que en esta ocasión ya no podían seguir en silencio.

“No somos de irle a reclamar al árbitro, ni tratar de ensuciar el partido, tampoco vamos a venir a pedir que nos piten todo y que nos regalen, jamás. Pero que sea equilibrado, que sea balanceado, que no nos regalen, pero que tampoco nos quiten, porque son acciones que te pueden llegar a pesar, como un penal inexistente que le pitan a (Henry) Figueroa, donde uno o dos jugadores de ellos lo presionan y empieza a revertir la balanza del lado de ellos”, reseñó Mac.

Dijo que a él lo que le preocupa realmente es que una decisión arbitral “te puede costar el campeonato, te puede costar el partido, empezar desde muy abajo, o muy temprano, cuesta arriba. Pedimos que por favor sea leal, sé que son humanos igual que uno y como uno falla un pase, un gol o lo que sea, ellos también pueden fallar”.

Sin embargo, considera que cuando se trata de una cadena de errores gruesos, es donde está el problema.

“Esto viene fallando reiteradamente en nuestra contra y lo único que pedimos es que vengan más concentrados, más atentos y no tan presionados a pitar, porque nosotros como decimos, llevamos la fiesta en paz, tratamos de respetar las decisiones de ellos siempre, sean buenas o malas, pero ya llegan situaciones como el penal y algunas situaciones de juego como la amarilla mía”.

Sobre la tarjeta, explicó que los jugadores de Jicaral perdían más tiempo de la cuenta haciendo un saque de banda o ejecutando un tiro libre.

“No nos dejan jugar rápido y en la primera que me paro y no dejo jugar rápido me sacan amarilla, entonces nos condicionan a todos, me condicionan a mí y obviamente para mí ahí acabó el partido, no podía marcar intensamente, no podía meterme en una disputa dividida con la pelota arriba porque sabía que el primer grito que ellos pegaran iban a buscar expulsarme”.

“Ahí acabó el partido para mí, creo que no es justo y esperemos que las cosas sean diferentes a partir de esto, porque los cuatro equipos nos jugamos demasiado, no un partido o un capricho de uno u otro, nos jugamos años de no alcanzar un título y creo que por un error, llamémoslo así, nos pueda costar eso”.

De cara a la etapa crucial del campeonato, que comenzará el fin de semana con las semifinales, McDonald dice que lo más prudente es que la Comisión de Arbitraje designe a los mejores silbateros, porque insiste en que hay mucho en juego.

“Esperamos que sean con experiencia, que el estadio no les pese, que los gritos de una afición u otra no les afecte o no les pese, apelamos a todo eso y que nos nombren a los mejores árbitros que ellos consideren y que no nos regalen, pero que no nos quiten, porque nos pueden condicionar en un partido”, finalizó.