Pérez Zeledón-Herediano fue más un somnífero que un juego

El enfrentamiento se enfrascó en una guerra táctica, capaz de convertirse en un somnífero, con dos equipos truncados en el eje de creación. El partido terminó igualado a uno

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Cuando la fórmula de ejecución se vuelve predecible y el orden supera al talento, sucede que son los pequeños detalles y la solvencia defensiva las que se imponen en el juego. Y ganan los bostezos sobre los aplausos.

Fue así como el enfrentamiento entre Pérez Zeledón y Herediano se enfrascó en una guerra táctica, capaz de convertirse en un somnífero, con dos equipos truncados en el eje de creación. Como un auto en la General Cañas a las 5 p. m., el ataque caminó poco y a paso lento.

En la puesta en escena del Team se aprecian movimientos y combinaciones, como si el equipo realmente hubiese trabajado para resolver sus deficiencias en el ataque.

Lo que sucede es que el último trazo topa con cerca, cuando enfrente se encuentra con un adversario lúcido en su funcionamiento defensivo, que abre pocos caminos para la imaginación de los habilidosos.

Y entonces 'PZ' hace lo suyo y Herediano tampoco se sale de su librillo. Después de un inicio algo alentador, con una clara jugada de gol desperdiciada por Omar Arellano, el duelo entra en un impasse casi permanente, solo roto por las anotaciones.

Tal como lo dicta el libreto, cuando los espacios son tan cerrados, es que la táctica fija adquiere otro valor dentro del juego.

A los 28 minutos, Aldo Magaña aprovechó un balón suelto dentro del área, después de un mal rechazo de Edder Monguio, para rematar fuerte y anotar el primero.

Lejos de abrir el cotejo, el 1 por 0 solo hizo que la partida de ajedrez incrementara la paciencia de los equipos para hallar los espacios en busca de la anotación.

De un trazo largo de Luis Carlos Barrantes nació el empate generaleño, cuando la pelota fue recepcionada por Andrey Francis, que desvió el balón con su cabeza para colocarlo en pies de Josué Mitchell; con todo el arco de frente, el artillero emparejó el partido, al 44'.

Ni Herediano estaba dispuesto a caer, ni PZ quería dejar la oportunidad de acercarse a la punta del certamen; el juego entró en una enorme lucha en la medular, con pocas ocasiones para profundizar y convertir las aproximaciones en jugadas claras de gol.

El segundo periodo se tornó tan adormecedor como el primero, con un juego muy horizontal y poco eficiente en el último cuarto de cancha.

No hubo tanto juego directo dentro de la propuesta generaleña, pero la premisa de salir con el balón dominado desde atrás tampoco surgió el efecto deseado.

Por lapsos, el esquema florense parecía más enfocado en evitar la caída que en conseguir los tres puntos para escalar en la tabla de posiciones. Y PZ tampoco hizo demasiado para cambiar la historia.

Un conato de bronca al final del encuentro pudo ser el único elemento diferenciador de un partido absolutamente aburrido.

1 por 1, justo al fin, al menos para los equipos. No tanto para el espectador que pagó su boleto.