En contraste con el marco esplendoroso de la presencia de 30.000 personas en el Estadio Nacional, una vez más se dio un retraso en la afluencia de espectadores. Por esa causa, el partido empezó 18 minutos después de las 11 a. m.
Además, se registró un incidente entre Abel Garbanzo, director de operaciones del Estadio, y los dirigentes de Alajuelense y de Unafut, organizadores del espectáculo.
Cálculos ofrecidos por Federico Rojas, gerente de Liga Deportiva Alajuelense, estiman la asistencia en un total de 30.000 personas, para una recaudación de ¢65 millones.
Rojas agregó que unas 8.000 personas ingresaron sin pagar, en calidad de invitados especiales, así como una gran cantidad de niños, que no pagaban sus boletos.
Lío. El incidente con Garbanzo se produjo antes del partido, cuando este funcionario comunicó que no permitiría el ingreso de periodistas a la cancha tras finalizar el partido entre Alajuelense y Cartaginés.
Garbanzo amenazó con no devolver $10.000 del depósito que hizo Alajuelense como garantía.
En vista de la situación, el reportero Fabián Borbón, de Repretel, se abstuvo de ingresar a la cancha a realizar las entrevistas para esta televisora, que patrocina y transmite los juegos de la Liga como local.
“Me abstuve de ingresar para no perjudicar a la Liga, pero esto es improcedente”, dijo Borbón.
“Pido a doña Laura Chinchilla (presidenta de la República) que nombre a personas que no se crean dueñas del estadio”, dijo Jorge Ortega, presidente de Unafut. “Nosotros (Unafut) y la Liga somos los organizadores y, en tal condición, los responsables de lo que pudiera suceder.
“Por lo tanto, fue improcedente la actitud del señor Garbanzo, al impedirnos realizar las actividades en torno al partido, según nuestro criterio y responsabilidad”, agregó Ortega.
No fue posible obtener la versión de Garbanzo.