Guápiles. Orión F. C. llegó a proponer al estadio Ebal Rodríguez y terminó triunfando 1-2 ante Santos.
En un juego vibrante, con polémica y hasta conatos de bronca tanto dentro como fuera del terreno de juego, los desamparadeños anotaron de manera agónica para llevarse los tres puntos del Caribe.
Con un equipo renovado, el técnico Juan Luis Hernández le ganó la partida a su colega Marvin Solano, en un duelo de esquemas que mantuvo al filo de la butaca a los pocos asistentes del reducto santista.
Los cambios fueron la clave para el triunfo de la visita, que con los tres puntos logran un gran respiro en la tabla de clasificación del Torneo de Invierno, pues con 10 puntos ahora se mete en la pelea por los lugares de segunda fase y ponen así aún más estrecha la situación.
El juego. La urgencia de puntuar era para ambos. Sus derrotas en la jornada anterior ante el mismo rival (Pérez Zeledón) le inyectó gran dosis de lucha y entrega al trámite del juego por parte de ambos.
Anoche vimos dos esquemas diferentes, pero ambos siempre buscando el control de balón en medio campo y queriendo generar los mejores espacios en ofensiva.
Para sorpresa de muchos, fue Orión el que buscó primero el marco rival, con un cuarteto ofensivo que prometía peligro al rival.
Y es que Chévez, Quiñones, Madrigal y Porras poco a poco se convertían en un dolor de cabeza para el zaguero santista Kevin Fajardo, quien no soportó más al minuto 25 cuando Porras guindó para Chévez, y este con gran categoría cabeceó picado para vencer a Wardy Alfaro.
Así Santos intentó la reacción, pero siempre que pudo llegar al área de los desamparadeños se toparon con una muralla llamada Carlos Díaz, quien tapaba todo lo que le mandaban.
En la segunda parte el técnico Marvin Solano envió hombres frescos en la ofensiva, pero fue en táctica fija que encontró la paridad.
Kevin Fajardo aprovechó un cobro de tiro de esquina de Rodríguez y colocó de cabeza el 1-1 al 53'.
La situación se mantendría pareja, pero Juan Luis Hernández envió dos cambios ofensivos, sabía que podía hacerle mucho daño a su rival, y lo logró.
Ya en el epílogo, al 93', el recién ingresado Kevin Arrieta encontró un centro de Anllel Porras y solamente tocó para el 1-2.
La euforia desató una trifulca en la gradería de sombra que por poco se convierte en caos, pero eso no mermó la celebración de los orionistas, que montaron la fiesta.