Opinión: Herediano, cliente frecuente

En el modelo de corto plazo, el Team halló una línea de regularidad que nunca tuvo pues, cíclicamente, antaño solía sumirse en baches que lo alejaban del protagonismo y aupaban a Saprissa y Alajuelense.

Los florenses son una especie de cliente frecuente en las instancias decisivas de los campeonatos, en donde por lo general nunca faltan y solo manejan un menú de dos opciones: ganan el título o lo pierden.

Se les fueron coronas merecidas, como aquella con epílogo infame en el Morera Soto, con don Orlando en el banquillo –cómo lo extraño- cuando Gabas metió un zurdazo que valió una vuelta olímpica.

O los dos impensados que resignó ante los modestos Liberia y Pérez, perfilados en tal medida hacia su lado que un poco de soberbia y malos manejos desde el banquillo le costaron la alegría que su hinchada merecía.

Ha cambiado tanto el Team, que pasó de caer en tandas de penales ante Alajuelense –con Óscar Ramírez en el banquillo erizo- a enviarlos a casa a ver los toros por adelantado en diciembre, como el domingo anterior en el Morera, con una exhibición de madurez.

Citarse con la historia cada semestre engordó su cosecha de títulos, encumbró a sus futbolistas a la tribu de figuras de culto en finales y marcó el territorio para que Alajuelense y Saprissa sepan a qué atenerse cuando Herediano llega a discutir un campeonato.

Esta hora dorada, guste o no, es el fruto de un trabajo bien hecho y planificado, que empieza por comprar bien y por adelantado, la fidelidad a una línea de juego histórica y granjearse el respeto gracias a su línea de regularidad.

Tiene en Jafet Soto a una suerte de sistema inmunológico en estado de gracias, pues genera anticuerpos que enervan a los rivales, pero se transforman en dicha para todos aquellos que ven el fútbol a través del prisma rojiamarillo.

De regreso a una final, con Saprissa como oponente, la lógica y los antecedentes lo dibujan como favorito, aunque la madurez llega a tal grado que Jafet no muerde el anzuelo y prefiere seguir trabajando, a entrar en polémica con Marvin Angulo quien resumió el estilo florense en “el pelotazo”.

Es curioso que por simple arribismo, un futbolista formado en el riñón herediano olvidara que el Team es el único grande que ha sido coherente con la historia y ha intentado jugar bien siempre, sin importar si hay estrellas o no en su equipo.

Incluso, como aquella noche trágica con don Orlando, cuando se le fue un título por guardarle fidelidad a su ADN e intentar colgarse la medalla dorada al pecho jugando bien.