Fútbol Nacional

Opinión: Exhibicionismo religioso en el fútbol

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Es repugnante. Lo que otros consideran una prueba emocionante y conmovedora de fe y “humildad” (en el sentido completamente aberrado que el tico tiene de esta noción), a mí se me antoja empalagoso, exhibicionista, una especie de pornografía o de striptease religioso. Me refiero a los porteros que salen al campo y nos ofrecen un solo de santiguadas, besan un paral, luego el otro, caen de rodillas, miran al cielo, ponen los ojos en blanco, entran en éxtasis de arrobamiento, por poco levitan como “Il Poverello” de Asís, o atraen sobre sus manos abiertas a todas las avecillas del vecindario, y farfullan diez padre nuestros y cinco ave marías. Es impúdico, ostentoso, intolerablemente ensiropado.








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