Opinión: El fracaso de la legión extranjera

Lo que más me preocupa es el cántico general de que vuelven para retomar ritmo y reencontrarse con la Selección. ¡Como si jugar en Europa fuera un obstáculo para estar en el equipo de Matosas!

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Mientras muchos dirigentes y aficionados se ufanan con “la repatriación de los legionarios”, y auguran un equipo descomunalmente poderoso, yo miro con tristeza el destino de esa legión, y lo que representa para el fútbol local.

Lo que más me preocupa es el cántico general de que vuelven para retomar ritmo y reencontrarse con la Selección. ¡ Como si jugar en Europa fuera un obstáculo para estar en el equipo de Matosas! Al contrario: La Sele crecerá más a medida que se nutra de más y mejores futbolistas que compitan en el gran escenario del futbol.

Retornan porque allá no juegan y, sobre todo, porque a la mayoría se les acaba el contrato y no tienen ofertas. ¡Esa es la verdad! Una verdad que duele y que es lógica. ¿Cuál jugador, con los salarios de Europa, o incluso de la MLS, querría jugar en un futbol local que, aún inflado, está a años luz del viejo continente?

Es cierto que el ciclo normal del futbolista que emigra es su retorno. Lógico, entonces, que Bryan Ruiz termine en Costa Rica su vida de jugador. Para que recoja el aplauso del tico y pueda despedirse de una fanaticada que lo vio triunfar desde la distancia. Como pasó con Paulo Wanchope y algunos pocos consagrados en el exterior, que volvieron con ese fin.

Pero lo lamentable es que hay un retorno de jugadores jóvenes, en la plenitud de sus carreras, cuando se supone deberían estar en el máximo rendimiento, tras años de adaptación y, se supone, de competir y demostrar su credencial de buenos futbolistas.

Ese regreso sabe a fracaso. Tal vez no a ellos, porque seguro vuelven con buen billete en sus cuentas. Nos sabe así a los que añoramos verlos crecer año con año, cada vez en una mejor liga, o en un equipo más exigente. A los que pensamos que la única manera de tener una Selección que compita de verdad es con el aporte de una numerosa legión en las Grandes Ligas.

¿Volver a casa para tomar ritmo, cuando Matosas percibe que la mayor deficiencia del futbol local es la falta de intensidad? Mala medicina para el enfermo. Tal vez Campbell, en México, pueda mejorar su estado futbolístico. Pero no porque esa liga sea más competitiva que las europeas. Sencillamente porque en Francia, Inglaterra, España y Portugal, se pasó de una banca a otra.

Algunos pocos, en tanto, inician su carrera en el frío europeo. Ojalá sus carreras no se congelen en el invierno nórdico y en poco tiempo retornen buscando el calor casero. Porque en ellos, más que en los hijos pródigos, está el futuro de nuestra Selección.