Duerme con él. Desayuna con él. Entrena con él.
Cada fin de semana sale al campo a derrotarlo y cuando termina el partido, lejos de darle tregua, más esfuerzo hace por esquivar sus arremetidas. Paradójicamente, entre más contundente es la victoria en la cancha más poderoso, traicionero y persuasivo se vuelve su gran enemigo.
A dos victorias de igualar el máximo puntaje de una primera fase en torneos cortos, con al menos 12 puntos de ventaja sobre el sublíder, Alajuelense no tiene en rival alguno su gran amenaza, sino en la tentación de mirarse al espejo y preguntarle “cuál equipo es el mejor”. Algunos hasta le llaman “superlíder”, con un prefijo que no sé si emula a la terminología del torneo mexicano o evoca a los personajes de DC.
Andrés Carevic ve el peligro y se delata en cada conferencia con la reiteración de un "no hemos ganado nada" que a veces, creo, va más dirigido hacia los suyos que a la prensa. Ellos, los jugadores, también la repiten y la repiten y la repiten... Hacen bien. Alajuelense ya alcanzó el rendimiento necesario para creerse favorito al título (aunque con puntos débiles dignos de otra columna) y a partir de ahora otros factores entran a escena.
En un campeonato cuyos partidos finales pueden pulverizar cualquier castillo construido en las 22 jornadas anteriores, sentirse ganador antes de tiempo puede ser el peor de los pecados. Basta saber que de los tres equipos con 50 o más puntos en la primera fase, desde que se juegan los torneos cortos, solo uno alcanzó el título (Herediano en el Verano 2016).
El dato me recuerda otra amenaza para la Liga: si el triunfalismo es nocivo, el miedo a perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos tampoco es muy buen compañero.
Jafet Soto, astuto como pocos, lo mencionó hace una semana en Zona Técnica. A su entender, la Liga suda más en casa que de visita por la presión que lleva encima. “Y vienen los partidos de más presión”, añadió, aludiendo sin mencionarlo a esa especie de “ahora o nunca” que en el fondo todo manudo debe sentir.
Así, aunque Herediano y Saprissa son futbolísticamente capaces de ganar un mano a mano ante Alajuelense en una fase final, mucho dependerá de la capacidad emocional de Liga.