Olimpia carga tanta presión como Alajuelense

La realidad de Olimpia es casi tan compleja como la de la Liga. El primer rival de los manudos en su regreso a Concacaf carga con el peso de dos torneos sin títulos, una presión inevitable para el club más grande de Honduras.

Tampoco es asfixia, como parece tener la Liga después de siete campañas sin levantar la Copa, sin embargo, la dirigencia catracha se reforzó y cambió al entrenador que sumaba tres años y medio al frente del equipo, en busca de un estratega que los lleve nuevamente a la corona.

Un viejo conocido, el colombiano Carlos Restrepo, fue el elegido para guiar el nuevo proyecto en lugar del argentino Héctor Vargas, a quien le cobraron un año completo sin alcanzar la cima del balompié hondureño.

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En el último torneo se quedó fuera de las semifinales al caer ante el Motagua, adversario que la Liga derrotó recientemente, en un partido que finalizó 3 por 0 a favor de los rojinegros.

De caras conocidas está lleno este Olimpia, que además del extimonel erizo Restrepo, tiene en sus filas al delantero Carlo Costly, máxima referencia del club en el último torneo y goleador del equipo. Lo acompaña Róger Rojas, exseleccionado nacional y una carta con olfato de gol.

Detrás de los hombres de ofensiva aparecen Alex López, Michael Chirino y Gerson Rodas; los dos primeros han sido habituales en la H, mientras que el otro volante, Luis Garrido, formó parte de la Selección de Honduras en procesos anteriores, antes de enfrascarse en una guerra de palabras con Jorge Luis Pinto.

A Olimpia se le castigó en su última era por ser un equipo poco vistoso; al apostar por Restrepo, la dirigencia espera que el club tenga más posesión de balón y fluidez en la zona ofensiva.

"Por lo que se vio en la pretemporada, este Olimpia es equilibrado, le gusta manejar el balón y tratar de controlar la pelota. Tiene futbolistas con capacidad", explicó el periodista de Diario Diez, Carlos Castellanos.

Restrepo enfrenta a la Liga después de presenciar el último duelo amistoso entre los erizos y el Motagua. Ese día, destacó la evolución del equipo dirigido por Benito Floro.

En ambas escuadras se percibe una misma realidad: no esperaban enfrentar a un equipo de tanto estirpe en una ronda previa. Ciertamente, los adversarios de este tipo de fases suelen ser caribeños de poca exigencia, como le sucedió al Santos de Guápiles, que vapuleó 6 por 2 al San Juan Jabloteh de Trinidad y Tobago.

"No pensábamos enfrentar a un rival que siempre se arma para este tipo de torneos, pero así es el fútbol y nos toca esta llave. Es importante sacar una ventaja de local", recalcó Restrepo, en su visita a Costa Rica.

En el 2007 también estuvo en el país, pero desde la trinchera opuesta, cuando le tocó asumir el banco de la Liga, en un proceso fallido que acabó con su renuncia de la institución.

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Sus mayores glorias en suelo tico las alcanzó como entrenador de Pérez Zeledón y Puntarenas, a los que comandó a la final nacional. Con los generaleños, formó un exitoso grupo que se volvió protagonista en las finales.

Este es su regreso al Olimpia, donde había levantado la copa en el Clausura 2010. De Honduras había salido para asumir la selección juvenil de su país, con la que ganó el Campeonato Sudamericano Sub-20 y avanzó a la Copa del Mundo.

A las puertas del duelo de este jueves, reconoció que la Liga le lleva ventaja en el tiempo de trabajo acumulado, pero insiste en que es necesario sacar una ventaja en casa, antes de visitar el Estadio Morera Soto.

"La Liga es un equipo muy bien estructurado en la parte física. Digamos que es muy obendiente dentro de su esquema 4-1-4-1, que puede variar y le da sus variantes durante el juego o de acuerdo al rival. Ellos han ganado en tiempo de trabajo y la miro más madura para el torneo internacional", concluyó Restrepo.