La víspera del partido entre Grecia y Alajuelense dio más de qué hablar de lo que se mostró en la cancha del Allen Riggioni, donde finalmente se produjo un empate (1 a 1) con goles de Luis Rodríguez y Josimar Alcócer.
Un día antes del duelo, el técnico mexicano Javier San Román atrapó la atención cuando disparó un discurso en contra de Agustín Lleida y que a lo interno de Alajuelense fue considerado como un irrespeto total.
“En títulos, tengo 10.000 más que ellos, me dan risa ellos. Esto de los títulos lo hablo a nivel personal, todo mi respeto a la historia y la afición de La Liga pero comparar a Lleida conmigo, es comparar un Ferrari con una motoneta. El Ferrari soy yo y él es solo una motoneta que ha venido solo a vender humo y a generar conflictos en un fútbol tan lindo como el tico”, fue parte de lo que dijo el mexicano en el programa institucional Zona Griega, en Radio Columbia.
Después de eso, la oficina de prensa difundió un video en el que San Román de nuevo la emprendía contra los manudos, asegurando que le tenían miedo a su equipo y que no querían ir al Allen Riggioni. Además, insistía en que Alajuelense “está gerenciado como un equipo chico por su directiva”.
La discordia surgió cuando Grecia quería jugar este partido en el Estadio Nacional el jueves, pero la FIFA tenía reservado un sector del inmueble y no aceptó que se disputara el partido ahí.
Así lo explicó la presidenta del club, Peggy Guillén, quien dijo que según Competición, se debe programar ocho días antes y que se debe tomar en cuenta al rival, porque ya estaban fuera de tiempo.
“Le planteamos a la Liga la opción de jugar el mismo día a las 3 p. m. y no quisieron, se les solicitó que a las 2 p. m. y tampoco accedieron. Al final de cuentas, a las 11 a. m. fue la hora que ellos propusieron y no teníamos otra opción de decirles que sí, era eso o no poder jugar”, expresó Guillén en FUTV.
Al consultársele sobre las declaraciones emitidas por San Román, la jerarca fue la primera en desmarcarse de eso y lo hizo antes de que empezara el juego.
“A nivel de técnicos yo respeto mucho la personalidad que tienen ellos. Por supuesto que la molestia tiene una causa y la comparto, que es el tema de la hora, que nos estipularon y que no pudimos decidir nosotros siendo casa, siendo los dueños del evento no podemos decidir a qué hora jugar. Cada persona tiene su estilo y demás, tenemos que ser respetuosos y Javier tiene su personalidad y defiende lo suyo”, citó Guillén.
Una vez finalizado el juego, con un empate que le dejó un mejor sabor a la Liga que a las ‘Panteras’ de Grecia, los futbolistas tampoco quisieron ser parte de la polémica.
“A nosotros no nos compete, a nosotros nos compete dentro de la cancha. Ahí ya lo que se habló es más que todo en la parte administrativa, nosotros hacer lo de nosotros dentro del terreno de juego. Teníamos que puntuar, fuera como fuera”, expresó Jean Carlo Agüero.
Mientras que Kenner Gutiérrez señaló: “Eso es fuera de la cancha, a mí lo que me compete es dentro de la cancha”.
El mismo criterio de los futbolistas griegos lo exteriorizó el asistente técnico, José Araya, quien es el encargado de dirigir al equipo desde el banquillo, en vista de que Javier San Román aún no tiene el permiso de trabajo.
“Las declaraciones personales él las maneja, ya es criterio de él también. Yo me dedico al desarrollo deportivo de la institución y vamos a ser muy claros, si vemos el partido, la Liga no vino a proponer. Eso lo teníamos muy claro, a la Liga le incomoda y le voy a ser sincero, a muchos equipos del país les incomoda venir a jugar a esta cancha”, comentó Araya.
Dijo que las situaciones extradeportivas, comentarios o situaciones, son temas más administrativos y que es algo que no pasa por él.
“Pero sí queda claro que buscamos el partido y que la Liga vino solo a tratar de defenderse, a buscar el gol en una contra o en una táctica fija”.
Para muchos, las declaraciones de San Román se excedieron y se pasaron de irrespetuosas. Inclusive, en el estadio hubo un cruce de palabras poco amigable entre los integrantes de la Liga y el mexicano.
El periódico La Teja reportó que al parecer, desde el camerino manudo le gritaron a San Román: “¿Dónde tenés el Ferrari?”. Ante eso, de inmediato respondió: “Tengo dos en Miami”.
Mientras eso ocurría en el sector de los vestuarios, en las graderías, la afición rojinegra que era mayoría en el estadio, también lanzaba algunos gritos en apoyo a su equipo y a su gerente deportivo.
Sobre esa situación propiciada por las manifestaciones del mexicano, el asistente griego apuntó: “Eso es un tema de ellos, hubo algunos insultos, algunos gritos, pero de igual manera, yo estaba en la cancha o dentro del camerino, entonces no sabría darle una respuesta más clara”.
Y al consultársele si comparte lo que dice San Román, de que este partido era un Ferrari sobre una motoneta, volvió a la diplomacia.
“En la institución como empleado yo me aboco a lo que es el desarrollo deportivo, me involucro dentro de la cancha, lo que podamos desarrollar, cómo podamos mejorar, cómo podemos ser eficientes, ahora a tratar de cometer los menos errores posibles”, citó.
Y agregó: “En la parte administrativa yo no tengo ninguna injerencia y la verdad es que los comentarios que se hayan hecho, que se hayan realizado, deberían ser directamente a él, porque yo no tendría cómo generar una respuesta más clara”.
Por parte de Alajuelense, José Miguel Cubero comentó: “Todo juega en el fútbol, se jugaron muchas cosas antes del partido, querían jugar acá y venimos a jugar acá como tenía que ser”.
El mundialista de Brasil 2014 dijo que en el fútbol se dan muchas cosas y que una de esas fue esta situación.
“Se da para esto, para que se hablen algunas cosas para bien o para mal. Yo me enteré en la mañana, no le pongo mucha atención a eso. Íbamos a respetarlos a ellos, porque se lo merecen y al final de cuentas eso juega, aficionados, directivos, pero en la cancha es donde tenemos que fortalecernos y dar ese voto de confianza. Calienta todo, pero somos jugadores maduros que tenemos que saber manejar esas circunstancias”, reseñó Cubero.