Fue el pasado 11 de agosto cuando Bryan Ruiz llegó a entrenarse por primera vez con Liga Deportiva Alajuelense. Ese día inició el segundo capítulo con el único club en el que ha jugado a nivel nacional.
Vio caras jóvenes que le generaron una buena impresión y también se encontró con otros jugadores con los que muchas veces sudó la camiseta de la Selección Nacional, como Álvaro Saborío.
Tenerlo de compañero en la Liga jamás le pasó por la cabeza al capitán.
Antes de que comenzara el partido en el que Alajuelense venció 2-3 a Sporting FC en Pavas, Agustín Lleida contó en la transmisión de Tigo Sports que el fichaje de Saborío surgió a partir de que él andaba en busca de un delantero efectivo y que coincidió con la casualidad de que San Carlos y Pérez Zeledón sostuvieron un amistoso de pretemporada en el Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares.
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Como estaba ese fogueo, el español optó por bajar de su oficina y observar ese partido.
"Vi jugar a Sabo, lo vi como siempre, hacer un gol de cabeza, lo vi correr, lo vi con la cinta de capitán. Le pregunté a Gustavo Pérez que cómo había estado en la pretemporada, que si estaba bien físicamente, que si había estado entrenando todo y me dijo que sí”, relató Lleida en la transmisión.
Le llamó tanto la atención que conversó con Andrés Carevic al respecto y luego le preguntó a Bryan Ruiz que qué le parecía.
“Bryan desde el primer momento me dijo: ‘¿Sabo? Tengo un chat con varios jugadores amigos y Sabo ahí habla nada más de ganado y ya casi no habla de fútbol’. Ahí medio quedamos y luego en la tarde Bryan me mandó otro mensaje y me dice: ‘Agus, tienes razón con lo que me dijiste en la mañana de Sabo, yo creo que sí es buena opción’. Ahí ya había hablado yo con San Carlos, ellos me dieron el visto bueno, Gustavo y Pollo (Luis Carlos Chacón) y con el apoyo de ellos, con el visto bueno del entrenador y también la referencia de Bryan, pues llamé a Sabo”, recordó a modo de anécdota
Muy rápido se pusieron de acuerdo y se concretó el fichaje.
“Y te diré que enseguida arreglamos, o sea, no peleó nada, se ilusionó, de hecho luego cuando el día de la presentación conozco a su esposa (Carolina Quesada) me dice que desde el día que lo habíamos llamado volvió a ser el Sabo de diez años atrás, con la sonrisa, ilusionado que se veía otra vez hasta carajillo”, destacó Lleida.
Cuando la Liga citó a los medios de comunicación para la presentación del atacante en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares, con la foto de rigor que no puede faltar ante una contratación de este calibre, Saborío expresó: “Lo que quiero es ser campeón con la Liga”.
“Con Agustín fue una conversación muy buena, porque yo estoy encantado de que me tomaran en cuenta. Con Bryan tenemos 80 partidos en la ‘Sele’ juntos, ahora estar con él será un placer compartir y con los otros muchachos”, destacó el hombre que a sus 38 años entró en los registros históricos de Alajuelense, al ser el jugador más longevo contratado por el club.
De inmediato, el atacante se incorporó a las prácticas con los rojinegros y desde ese momento comenzaron las sonrisas diarias y constantes de ese hombre que se siempre se había caracterizado por una seriedad muy marcada.
Unos días después se integró Ruiz y la primera impresión que le quedó al encontrarse a Saborío en el camerino es que con tanto tiempo de conocerlo y de compartir con él, nunca lo había visto tan feliz.
Ese 11 de agosto, el capitán afirmó que el fútbol cambia muy rápido y pueden ocurrir gratas coincidencias, como la de ellos dos.
“Lo hablé con Álvaro, que él nunca se imaginaba jugar en la Liga y poder estar juntos. Yo le dije que yo creo que nadie nunca lo pensó y tienen toda la razón, pero esto es lo bonito del fútbol, que cualquier cosa puede pasar sin que uno la espere. Tenemos que aprovechar esta oportunidad de estar aquí juntos”, reseñó el mediocampista.
Ruiz manifestó en ese momento que no sabía si realmente este Apertura 2020 iba a ser el último torneo de Saborío, o si se mantendrá activo durante más tiempo, porque él considera que el fútbol no es de edad, sino de rendimiento.
“Eso al final será él el que lo decida pero sé que trabajará lo mejor posible, que dará su mejor esfuerzo para conseguir el campeonato con la Liga. Lo conozco de hace muchos años, es un jugador muy profesional y muy ganador”, afirmó.
Inclusive hubo un detalle que le llamó la atención a Bryan en ese día que dijo que se sentía como que iba a su primer día en el kínder, porque dejó las cosas listas desde la noche anterior para despertarse a las 5:30 a. m. y enrumbarse hacia el CAR.
“Tuvimos un partido de tres equipos y no ganó él y le vi la cara de enojo que tenía y yo creo que eso es lo que tenemos que inculcar a los jóvenes, hay que intentar ganar en todo y Álvaro nos va a aportar mucho en eso. Así que contento porque está aquí”, contó Ruiz como una curiosidad de ese día del reencuentro.
Además, mencionó: “No voy a decir que en San Carlos no estuviera feliz, pero acá le veo una actitud muy feliz, muy ganadora, de que está 100% comprometido y de que quiere cumplir los objetivos como todos y tener un jugador de esa calidad, de esa trayectoria y de esa experiencia, feliz, en su mejor momento, yo creo que nos va a servir mucho para cumplir los objetivos”.
Ya han pasado varias semanas desde entonces y tanto Ruiz como Saborío irradian la felicidad que les genera el estar donde se sienten a gusto, plenos, aportando y enseñando.
Son los dos fichajes bomba que marcaron este torneo, las dos contrataciones de peso prometidas, que llegaron a aportar en una Liga que a falta de dos jornadas para que concluya la fase regular del Apertura 2020 amarró el liderato general y aseguró un cupo en la gran final.
Ellos quieren el título antes, sin necesidad de esa instancia y por eso siguen trabajando, en el día a día, transmitiendo experiencia, pero a la vez contagiándose de la picardía de esos jóvenes talentosos que quieren seguir sus pasos.
Y por cosas así es que llegan los triunfos, el juego de conjunto, los goles y hasta los lujos, como ese taco de Ruiz para Saborío.
Ambos sonríen porque saben que el equipo va por buen camino, pero también se ponen serios, porque tienen la misión de que todos sigan con los pies en la tierra.
Una tarea en la que están juntos, como compañeros en Alajuelense. Algo que ninguno de los dos imaginaba que pudiera pasar, pero que se dio, porque el fútbol siempre está lleno de sorpresas.