Michael Barrantes corrió el domingo como un juvenil, hizo olvidar que es el jugador más veterano del Saprissa (34 años) y fue un pulmón extra en momentos apremiantes.
El volante no sabe si fue uno de los partidos en los que más ha corrido, pero reconoce que era la única opción.
”Eso era lo que había que hacer, correr y desgastarse más de lo normal”.
Más de lo normal por la tarjeta roja que recibió Heiner Mora, en el minuto 28. Ahí el partido cambió, sobre todo en los planes de los locales.
A Barrantes le tocó dejar la contención y pasar a la zona defensiva y de su posición se encargaron Mariano Torres e incluso David Ramírez.
El mundialista de Brasil 2014 tomó la voz de mando en la zaga, ordenó a sus compañeros, rechazó cuanto balón pudo y apareció en prácticamente toda la cancha.
En cualquier partido de fútbol estar con un hombre menos es sinónimo de alerta, pero en una definición de título aún más.
“Nos tocó esforzarnos más, pero sabíamos que teníamos que jugar contra lo que fuera para salir campeones, de la forma que fuera”, agregó Barrantes.
Y en esa circunstancia Barrantes sobresalió. No por nada fue el segundo jugador más regular del Saprissa, solo por detrás del veinteañero Luis José Hernández.
Barrantes acumuló 2.157 minutos en la cancha, contando los 120 del juego del domingo, cuando dejó más claro su buena condición física.
El futbolista cree que buena “culpa” de ello es su vida fuera de la cancha. Se toma muy en serio su profesión y eso lo convirtió en pilar del título morado.
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“He sido una persona bastante humilde, concentrada, con los pies sobre la tierra, sé lo que tengo que hacer, intento descansar y me alimento bien, me cuido lo mejor que puedo, mi esposa me chinea bastante. Gracias a Dios es una de las grandes virtudes para hoy poder estar corriendo como estoy corriendo”, explicó.
Pese a eso, admite que dentro de la cancha, cuando ya el reloj superó los 90 minutos, el desgaste era evidente. Entre sus compañero lo comentaron y ahí empieza a trabajar la mente.
“Yo estaba cansado también y se los hice ver a ellos, se hicieron algunos comentarios, pero después del cansancio físico hay una cosa que no se cansa y es el corazón, eso fue lo que nos dio ayer el triunfo”, agregó.