Mauricio Montero no puede esconder su preocupación por el momento que vive Alajuelense. El referente de los rojinegros afirma que esperaba un inicio de celebración del centenario muy diferente y no con el equipo en problemas deportivos, en el décimo lugar y con un entorno convulso ante el cambio de técnico y la salida de Esteban Alvarado.
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El Chunche no está inmerso de manera directa con el plantel de la Primera División, actualmente dirige al Once de abril, equipo filial de los rojinegros en la Liga de Ascenso que lidera su grupo, pero de igual forma no puede apartarse de lo que ocurre. Los aficionados suelen preguntarle en la calle por soluciones y ante esto se sincera para hablar de la zozobra de la Liga.
¿Cómo analiza todo lo que vive Alajuelense?
Creo que Alajuelense ha sufrido más de lo que debería en el aniversario. Uno no visualizaba una Liga sufriendo tanto o con tanto problema y en un entorno tan negativo. Dichosamente se ha estabilizado en estos dos partidos, primero con el empate ante Saprissa y luego con la victoria ante Carmelita, aunque no se jugara bien. Estos resultados dan seguridad al grupo y a la directiva, pese a que a la afición no, porque quieren ver más.
”Los cambios, algunas veces son buenos y en otras no. Se tomó una decisión que se sabía que iba a perjudicar, porque no es lo mismo lo que piensa Luis Diego Arnáez que lo que piensa el entrenador actual, son dos maneras de jugar muy diferentes. Ahora los futbolistas deben acomodarse, el entrenador debe conocer el plantel y ver las piezas que le pueden servir y las que no".
”Ante Carmelita el equipo se vio muy bien tácticamente, pero creo que si la Liga gana los dos partidos que vienen, creo que puede dar la sorpresa, meterse y ahí si van a ver un equipo más peligroso y centrado”.
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No solo como referente, sino también como aficionado, ¿esperaba una celebración del centenario diferente?
Deseaba estar celebrando todo el año, pero es fútbol y uno está involucrado en esto. Son cosas que pasan, aunque no deberían suceder. Todo esto perjudica a una institución y la llevan a sufrir más de lo que tienen que sufrir. La Liga tiene muy buena planilla, con futbolistas desequilibrantes y experimentados, que pueden manejarse en momentos importantes.
”Sin embargo, todo esto que ha pasado alrededor pone a todo el mundo nervioso, no solo a la Junta Directiva y a los aficionados, sino que a los mismos jugadores. El futbolista es ser humano, sabe que en Alajuelense está en una presión constante, pero ahora mucho más. Es el centenario, hay que celebrar bien y el bendito título 30 tiene que llegar. Quieran o no quieran, lo resienten.
Por su experiencia, ¿cuánto ruido le mete al camerino el tema de Esteban Alvarado y también lo que ocurrió con el técnico?
Desestabiliza. Que el entrenador se va, que no se va, que viene otro, que si le gustan o no le gustan los futbolistas. Además, ocurre lo de Esteban. Es decir, son un montón de situaciones que han estado pasando alrededor de la Liga y que desestabilizan.
”Yo como jugador, si viene un entrenador nuevo y no estoy seguro, empiezo a pensar muchas cosas, sumado a que vienen otros problemas. Todo esto quita tranquilidad en lo laboral y en el hogar. No obstante, considero que estos dos partidos han estabilizado al grupo en general, Hernán Torres tiene mucha capacidad y lo está demostrando”.
Del archivo:
(Documental) Estadio Alejandro Morera Soto: La Catedral del fútbol El mayor tributo que le hizo Alajuelense a su principal gloria fue bautizar el reducto manudo con su nombre. Este hecho se dio el 20 de julio de 1966.
¿Siente que Alajuelense podrá abstraerse un poco de toda la presión del centenario?
Lo veo posible, pensando en el plantel que tiene. Es fútbol, cualquier cosa puede pasar y a como podemos clasificar, nos podemos quedar fuera. Estamos en esa incertidumbre, pero la Liga pone a pensar a los demás equipos si logra ganar siete de los nueve puntos que vienen.
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¿Está preocupado?
Sí, estoy muy preocupado. En mi caso no tengo que andar con la camisa de la Liga para que la gente sepa que soy manudo. Donde quiera que me mueva, el aficionado dolido llega a preguntarme qué pasa y cómo está todo. No tengo esa tranquilidad que tenía antes, aunque no esté involucrado con la Primera.
”Incluso, de Esteban Alvarado me han preguntado como 750.000 veces. Apenas sucedió, empezó a sonar el teléfono y no estaba enterado, ni sabía lo que había ocurrido. Empecé a indagar y le decía a la gente que son situaciones que se manejan diferente y hay que estar tranquilos. La gente que manda, toma las decisiones para beneficio del club”.
Más allá de quién sea, ¿cómo se maneja un camerino cuando llega un jugador que hasta puede ganar más de los que están adentro?
Es muy difícil, la situación es complicada. Sin embargo, si hay un camerino bueno, no pasa nada. El que viene es para aportar y sabe que debe conocer a los compañeros y al grupo. Si la persona se acopla, puede durar cinco o 15 partidos sin jugar, que está deseando una oportunidad para ganarse el puesto y que se dé una pelea leal para beneficio del equipo.
”El problema es si no se adapta, porque empiezan a chocar desde el inicio. Además, cuando hay un montón de cosas que pasan alrededor, es muy difícil estabilizar un camerino y que alguien llegue y se acomode de una”.
¿Mantiene contacto con el equipo en estos momentos de crisis?
No, con la Primera División es muy poco. Tengo muy buena amistad con Cristian Oviedo y con Hernán Torres. Hernán me abrió las puertas la vez anterior que estuvo, cuando yo trabajaba con la liga menor, me permitió ver los entrenamientos, que me comunicara con él y que le preguntara lo que necesitara.
Ahora cuando llegó le di la bienvenida y le dije que está en su casa. Sin embargo, estoy un poco alejado del entorno de la Primera División y no me gusta meterme, porque si lo ven a cada rato en la gradería dicen que uno anda buscando algo, así que estoy alejado y cuando veo a Hernán lo saludo y conversamos, pero nada más.