Es el jugador más peligroso de Cartaginés, goleador del campeonato con 15 anotaciones, pero en la final frente a la Liga pasó totalmente desapercibido.
Marcel Hernández ni se notó, fue opacado por la defensa manuda. Si bien es cierto sus compañeros no lo encontraron, no le sirvieron ningún pase de cara al gol, cuando logró hacer contacto con la pelota, tanto Alexis Gamboa como Giancarlo el “Pipo” González lo desarmaron y le sacaron ventaja.
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Así como se observa en la imagen fue el partido para Marcel. El cubano estuvo muy vigilado y no logró crear peligro en el ataque.
El primer tiempo fue muy complicado para el atacante, porque el cuadro rojinegro cerró filas, esperaba a Cartaginés en su medio campo y esto provocó que no quedaran espacios para que hombres de buena técnica como Marcel y Luis Ronaldo Araya pudieran causar problemas.
“Nadie dijo que iba a ser fácil, ellos también son un gran equipo y las finales son así, complicadas, se friccionan, se traban y hay que jugar con todo. Ellos hicieron un bloque, supieron esperar y nosotros ahora debemos pensar en cómo descifrar eso”, dijo Marcel al terminar el compromiso.
Hernández insistió que en juegos por el título cuesta que se presenten tres opciones para anotar.
“Tuvimos algún chance con la pelota parada, pero se debe llegar, empezando por mí, pero ellos son un equipo de una talla muy alta y van bien en la táctica fija. La intención era ganar, no se pudo, pero al menos logramos conservar el arco nuestro en cero”.
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En la etapa de complemento y ante la presión de los zagueros manudos, Marcel optó por bajar unos 25 metros para buscar el balón y así se quedó con él en los minutos 57 y 65, pero lejos del área es muy difícil para el cubano generar opciones de gol.
Además la Liga salió en los segundos 45 minutos con otra idea, fue más al frente, presionó en tres cuartos de cancha y Cartaginés no tuvo la misma claridad del primer lapso para buscar la ofensiva.
A Hernández no se le puede reprochar falta de esfuerzo; luchó y peleó con ahínco cada balón que pudo ante Gamboa y González, incluso llamaba la atención de sus compañeros para que lo buscaran, pero no tuvo disparos a marco o alguna acción que inquietara al arquero Leonel Moreira.