Doña Julia Campos acudió este domingo al Estadio Alejandro Morera Soto con la camisa celeste de portero, como señal de apoyo a su hijo Mauricio Vargas, quien jugaba su primer juego contra Saprissa.
Ella estaba tensa, pero no quería que el arquero lo notara. Confiaba en que el guardameta de 26 años iba a sacar nota alta en su tercer partido con la Liga en este Apertura 2018.
Por momentos, el partido se le hacía eterno y con una sonrisa confiesa que sufría, pero a la vez disfrutaba ver a su hijo mayor realizado, cumpliendo uno de sus grandes sueños.
“Se me iba a salir el corazón, es demasiada la adrenalina que se vive en un partido y uno estaba atrás del marco apoyándolo al 100%. Estoy superfeliz, lo disfruté al máximo, con muchos nervios, no puedo negarlo, pero sí lo disfruté un montón”, comentó doña Julia.
Vargas es un claro ejemplo de que el fútbol a cada quien le llega su oportunidad en el momento indicado y que la espera con paciencia vale la pena, aunque eso no sea fácil.
“Durante mucho tiempo lo venimos aconsejando, que en cualquier momento lo podían tomar en cuenta, que siga luchando fuerte, que no se deje caer, que son circunstancias de la vida, que no se derrumbe, que siga soñando y que a todos nos llega nuestro momento para alcanzar eso por lo que hemos luchado y él estaba preparado”, afirmó la madre del portero rojinegro.
Entre risas, cuenta que todos sus hijos varones son futbolistas: Mauricio se inclinó por la portería, Juan Pablo es defensa, Mario juega en la Segunda División con Palmares y el menor de la casa, Andrés Mathías, pinta como el más fiebre, al verse en el espejo de sus hermanos.
“Curiosamente como disciplina, desde niños, los fuimos incluyendo en el fútbol, la disciplina y la constancia y también obviamente las condiciones que tienen los han llevado a jugar. Uno vive los partidos al 100% con ellos, pero la portería es el punto más angustiante, uno siente como impotencia, porque el mínimo error que cometa puede significar un gol", citó doña Julia.
Pero en este momento es cuando ella entiende esa pasión de Mauricio por atajar y lo que más le resalta es su madurez, quizás porque muy joven se marchó a Estados Unidos, donde se graduó como educador físico.
“Es la personalidad de él, al haber estado afuera tan jovencito, él sabía que tenía que crecer. Nosotros lo apoyábamos desde acá, pero esa vivencia hace que una persona madure y que le ayude a centrarse en lo que quiere en la vida. Quizás este puesto necesita más tiempo para que el portero se afiance, le falta mucho y como él mismo dice, en cualquier momento le van a anotar y tiene que ser muy fuerte para poder sostenerse, pero tiene mucha fuerza mental”, indicó.
Mientras que ella sudaba desde las gradas, Mauricio estaba completamente concentrado en el partido contra Saprissa.
En las estadísticas de La Nación se le contabilizan cinco tapadas, de las cuales, dos fueron a Daniel Colindres, dos a Johan Venegas y una a Rándall Leal.
“Estoy contento, la verdad que mi primer clásico fuera en casa y con esta afición. La verdad estoy sumamente agradecido porque no dejan de apoyar en ningún momento”, afirmó Vargas.
Suma tres partidos como guardián de la puerta rojinegra y no ha encajado goles. Sin embargo, reitera que eso no lo desvela.
“Durante la semana lo dije que eso es un trabajo desde el que está arriba hasta el que se encuentra en el marco y estamos contentos porque logramos plantarnos defensivamente. Supimos manejar los tiempos, era un clásico y estoy contento por los tres puntos”, añadió.
Tras consumarse la victoria de Alajuelense ante Saprissa con la anotación de Jonathan McDonald, Luis Diego Arnáez reveló que Vargas seguirá atajando y que Patrick Pemberton luego tendrá su oportunidad.
“La experiencia de él, no hay duda de eso, uno escucha y desde el primer día que llegué lo admiré y lo admiro mucho por todo lo que hizo, lo que le aportó al club y yo me siento como una esponja cuando estoy al lado de él”, citó Vargas en alusión a Pemberton.
Relató que a las 7:30 a. m. fue el desayuno, a las 9 a. m. ya estaba en el Morera Soto, pero que sí es un día muy diferente a otros.
“Desde que amanece ya uno piensa en el partido. Yo no dejo de hablar con mi familia, son mi motor, los que me hacen estar aquí, ellos y Dios. Al final toda la gloria es para Dios y agradecido porque no han dejado de apoyarme. Qué mejor ambiente que este, dejando el marco en cero y sacando los tres puntos”, acotó Vargas.
También contó que tenía muchas ganas de jugar.
“Desde que en la pretemporada me tocó atajar contra Cartago tenía muchas ganas, hice las cosas bien y seguiré por esa línea, trabajando fuerte”.
Sobre los duelos que tuvo con Daniel Colindres, señaló: “Creo que le saqué una con la espinillera, intenté aguantarlo al máximo, lo de Colindres no es coincidencia, viene haciendo las cosas bien desde hace mucho tiempo y sabemos que puede mostrar cualquier cosa. Al final Seque (Luis Sequeira) se plantó muy bien y era un duelo personal, algo aparte en el partido y lo hizo de muy buena manera. Sabemos que le gusta agarrar hacia adentro, tiene muy buen gancho".
Alajuelense llegó a 15 puntos en el Apertura 2018 y está a una unidad de los morados.
El miércoles, la Liga visitará a San Carlos en el remozado Estadio Carlos Ugalde, mientras que los tibaseños recibirán a Limón.