Los motivos de José Salvatierra y Christopher Meneses para alegrarse por algo más que la victoria en la Cueva

El lateral derecho volvió a jugar después de la lesión que sufrió en marzo, mientras que el zurdo recordó que la última vez que sudó la camisa rojinegra en la casa morada salió llorando por una fractura en el pie

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El equipo de Liga Deportiva Alajuelense llegó envalentonado al clásico del domingo y salió más fortalecido de la Cueva, tras imponerse por 2-5 contra Saprissa.

Fue un partido especial para los rojinegros, pero para sus laterales Christopher Meneses y José Andrés Salvatierra significó algo más que obtener otros tres puntos y lograr que el equipo se distanciara doce puntos del segundo lugar.

En el caso del zurdo, jugó los 90 minutos contra Saprissa y fue quien le puso el pase a Ariel Lassiter para que marcara su primer tanto en ese juego y que en ese momento significaba el 2-3. Pero para él hay algo más.

“Son tres puntos importantísimos, un rival duro enfrente y en lo personal estoy muy agradecido con Dios, porque hace ocho meses me tocó salir de este estadio quebrado y este domingo me dio la oportunidad de volver y sacar una victoria”, apuntó Meneses.

El pasado 9 de febrero, el clásico terminó 0-0, pero en el 90′+1, el carrilero fue sustituido por Henry Figueroa y entró al camerino en camilla y llorando como un niño. Se había quebrado el dedo pequeño del pie derecho y necesitaba cirugía.

“Más que una cuenta saldada, yo lo veo como una bendición de Dios, el haber podido terminar. Fueron ocho meses para volver a jugar con la camisa de Alajuelense en la casa de Saprissa y hacerlo con una victoria tiene un sabor bonito en lo personal y no fue fácil. Hace ocho meses salí de acá llorando, tenía una oferta para irme a Europa y con eso todo se cayó, pero era el plan de Dios. Ahora esta victoria me queda como un bonito recuerdo”, manifestó.

En el caso de José Andrés Salvatierra, el clásico marcó su regreso competitivo, tras superar un trago muy amargo que sufrió el 20 de marzo. Aquella noche, el lateral derecho volvió a jugar después de una lesión que lo tuvo fuera de las canchas 10 meses y 11 días y que lo dejó fuera del Mundial de Rusia 2018.

Se recuperó de esa ruptura de ligamento cruzado de la rodilla derecha y menisco externo, pero la alegría le duró tan solo 45 minutos, pues en su regreso se rompió el tendón de Aquiles en el tobillo izquierdo y de nuevo se sometió a una cirugía.

Desde hace varias semanas recibió el alta médica, luego obtuvo el alta competitiva y fue para el clásico del domingo que por primera vez entró en una convocatoria de Andrés Carevic.

Estuvo en la suplencia y en el minuto 83 cuando ingresó como relevo de Jhamir Ordain, quien estaba jugando su primer clásico.

“Son muchos sentimientos encontrados, pero ahora no queda más que lo que venga, sumar más minutos e ir poco a poco. Disfruté mucho cuando me dijeron que estaba en lista, es una felicidad, uno siempre quiere estar con el grupo y ya no solo quería estar solo entrenando, quería jugar, pero ahorita me toca el papel de estar en banca e ir poco a poco”, mencionó Salvatierra a La Nación.

Cuando le hicieron la indicación de que iba a jugar, pasaron muchas cosas por su mente, pero también dice que optó por no pensar mucho para acatar las instrucciones del cuerpo técnico en el momento.

“Quería aportar, porque el grupo lo estaba haciendo de gran manera. En la semana se trabajó bien, estaba claro lo que el profe quería y tal vez en el primer tiempo tuvimos un par de despistes en los goles, pero luego el trabajo fue increíble, el esfuerzo y la entrega en cada jugada y esa es la clave”, reseñó Salvatierra.