Román Arrieta fue detenido a inicios del 2018 por parte de personeros del OIJ por una investigación relacionada al narcotráfico y en octubre del mismo año el veterano arquero aceptó los cargos, por lo que fue condenado a siete años de prisión.
La noticia que sorprendió a la Liga de Ascenso fue que el cuadro de San Ramón anunció al experimentado arquero de 40 años como uno de sus refuerzos para el actual campeonato, luego de que él consiguiera ser puesto en libertad el primer día del mes de junio pasado.
El ministerio Pùblico aseguró que el deportista “salió con el beneficio de la libertad condicional desde el 1/6/2020. Está adscrito al CAI San Ramón (Régimen Semi Institucional, también conocido como ‘abierto’)”, según una nota de Teletica.com
Este domingo el portero defendió el arco de San Ramón en la victoria de su equipo 2 a 1 sobre el Municipal Santa Ana, curiosamente volvió a jugar el mismo día en el que arribó a su cuarta década.
El arquero brindó sus primeras palabras al volver a sentirse jugador de fútbol y no escondió que siente esta oportunidad como un favor del fútbol para que él pueda reivindicarse en su vida.
“Sentí una alegría enorme, por supuesto analizando muchas cosas personales que debo ir manejando, pero una alegría enorme y mariposas en el estómago por volver a tocar el césped y poder jugar lo que me apasiona. Espero hacerlo de la mejor forma. Viví sentimientos lindos porque sí pensé en retirarme de otra forma, no solo pensando en lo personal, sino también en lo deportivo. Sea como sea yo estuve mucho tiempo involucrado en el fútbol y creo que él fútbol me está dando una oportunidad para reivindicar muchas cosas en mi vida y pues ojalá pueda hacerlo de la mejor manera”, dijo.
El exjugador de San Carlos añadió que él mismo se sorprendió cuando recibió la llamada de los moncheños.
“Pues significa mucho, mi corazón late fuerte al presentarse una nueva oportunidad en mi vida. Estos han sido años difíciles, pero bueno, bendito sea El Señor que pudimos encontrar un lugar donde podemos ejercer lo que nos gusta y aportar nuestra experiencia y dando siempre gracias a Dios y pidiendo fortaleza para dar los pasos que hay que dar”, recalcó.
El guardavallas profundizó en su sentimiento al ponerse otra vez los tacos y entrenar. Román no escondió que casi llora al ver el chance que le estaba dando nuevamente la vida.
“Casi lloro, vieras, fue algo muy fuerte de escalofríos, recuerdos, cosas que pasan por la cabeza y bueno... alegría porque al final del día fue nostalgia, felicidad, esperando en Dios poder hacer las cosas bien”, relató.
El futbolista espera aportar experiencia y liderazgo al camerino de San Ramón. Según sus propias palabras quiere ser un ejemplo para las jóvenes figuras del club.
“Espero aportar, espero dar lo mejor de mí en cada momento y cada entrenamiento, intentaré ayudar a los muchachos jóvenes en todo lo que yo pueda, en la cancha, fuera de ella, espero ser alguien en el que los jóvenes se acerquen y pregunten, que digan lo que sienten y desean. También puedo aportar una mente ganadora, porque no me gusta perder, vamos a intentar inculcar que estar acá es algo increíblemente lindo y una gran bendición”, finalizó.
Román Arrieta antes de sus problemas judiciales estuvo en equipos como Grecia, Turrialba, Limón, AS Puma y San Carlos.