Las reveladoras palabras de Jonathan McDonald sobre Óscar Ramírez

El delantero de Alajuelense responde de forma amplia cómo quedó su relación con el entrenador. También cuenta que un técnico no le veía futuro en el fútbol y le aconsejó que se fuera a estudiar

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¿Cómo quedó la relación entre Jonathan McDonald y Óscar Ramírez? El segundo goleador histórico de Liga Deportiva Alajuelense respondió esa pregunta sin tapujos, dos años después de que pasaba por un buen momento y no fue tomado en cuenta por el entonce seleccionador nacional en su lista final para el Mundial de Rusia 2018.

“Bien, es que yo nunca tuve un problema con él. Yo a él lo respeto muchísimo como persona y como entrenador, siempre he dicho que ha sido el entrenador que más me ha enseñado, porque es muy detallista y siempre sacaba el tiempo para enseñarle a uno, a acomodar el cuerpo, a definir, a patear diferente, a esto, a lo otro y ver en qué estaba fallando uno para ayudarlo”, contestó McDonald en un Instagram Live con Choché Romano en la cuenta de kölbi.

Las palabras del jugador son reveladoras y asegura que en lugar de resentimientos, lo único que puede hacer es agradecerle por ayudarlo a mejorar y a hacerse más fuerte.

“Siempre lo he valorado muchísimo y lo he dicho en todo lado, no es por como dice la gente de echarle miel, o resolver algo, porque en realidad yo nunca tuve un problema con él directo”.

Tiempo atrás, durante un colectivo entre la Selección y la Liga, se encontraron y ahí, el atacante se quitó una duda.

“Un día conversamos y yo le pregunté si era algo personal y me dijo que no, que era futbolístico y listo, para toda cosa hay tipos de personas que usted necesita. En ese momento en la Liga sí me necesitaba, pero en la Selección no. Y listo, hay que aceptarlo como tal y hay que ser maduro y no pensar mal de una persona que te da tanto”, reseñó.

Otra consulta fue si tiene una espina atravesada con la Selección Nacional y ahí sí, su respuesta fue afirmativa.

“Claro, por supuesto, sí, claro. Es una de las cosas que siempre he querido hacer y no he podido, o no me han dejado, como lo quiera usted ver, pero ahí está. En algún momento, a veces es cuestión de tener un poco de suerte, de que llegue el entrenador indicado, al que no le importen muchísimas cosas, que valore al jugador y que valore que puede cambiar, que le den la oportunidad de demostrar, porque muchos todavía me encajonan en una parte de mí, o no me conocen después del minuto 90”, reseñó.

A veces le resulta gracioso ver que los aficionados tienen la impresión de que es un hombre rudo y mal encarado, sin nunca haber cruzado palabra con él.

“Creen que soy amargado y que ando con las cejas arrugadas todo el día, de mal humor, que me peleo con la hormiga, que me peleo con el pájaro que llega a cantar en la mañana, que si uno ve un gallo lo quiere matar y no, jamás, pero no pasa nada, en esta vida todo pasa por algo y si alguien ha estado haciendo cosas de mala manera o mala intención, la vida se encarga de desmentir o cobrar las cosas. Ni les deseo el mal ni mucho menos, pero así es la vida”.

¿Qué piensa Óscar Ramírez de Jonathan McDonald?
El 15 de marzo de 2018, Óscar Ramírez explicó por qué no convocó a Jonathan McDonald: “Es un gran jugador, yo lo tuve bastante tiempo y sé sus condiciones, pero en este momento yo tengo que ubicarme en el Mundial, quiero ver algunas otras condiciones, porque las defensas no bajan 1,90 metros y por eso Josué Mitchell es alternativa".
"Básicamente es táctico, se ha hablado mucho, de que esto o lo otro, pero quiero aclarar que con él no tengo ninguna problemática. De hecho, tiempo atrás hablé con él. Básicamente es un tema táctico, yo conozco muy bien a Jonathan, él reúne bien lo que es gol. Es un tema táctico, no es un tema personal, que he oído que alguna gente ha querido interpretar así”.

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La historia del 19 en su espalda

El 19 no es el día de su cumpleaños, ni el de su esposa Andrea, ni el de sus hijos Emelyn y Jayden. La razón de por qué juega con ese número en su espalda se enfoca en dos hechos.

“Surgió hablando con los compas de liga menor, vacilando, porque en ese tiempo yo jugaba de delantero y el entrenador me puso como de 10 y entre esas ocurrencias de chamacos decía que yo juego de 10 y 9 y entonces ahí empezó, porque según yo podía jugar las dos posiciones”, expresó.

Dicha anécdota coincidió con que Mauricio Wright le heredó esa camisa.

“Me la dio, él la usaba y me dijo: ‘Chamaco, ya yo me voy, me retiro, yo la hice grande, ahora hágala grande usted’. Yo lo admiraba mucho, yo en el 2002 me levantaba en la madrugada para verlos en el Mundial de Corea y Japón y a los seis meses lo tenía de compañero, a él y a Mauricio Solís, a Álvaro Mesén y a Paulo Wanchope. Son de las cosas bonitas que yo viví como chamaco”.

Lo mandaron a estudiar porque no le veían futuro en el fútbol

En su carrera ha pasado momentos complicados, como cuando le tocó ir al quirófano para hacerse una cirugía en las dos tibias, en las dos espinillas.

“Me dijeron que tenía solo un 20% o un 40% de posibilidades de volver a jugar fútbol y yo tenía 19 años. Debía decidir si me la hacía o buscar otro método. Yo respondí: ‘Bueno, hagámosle, ¿quién dijo miedo?’. Hay cosas que pasan para algo, como todo en la vida”.

McDonald contó que en sus inicios él estaba todo ilusionado porque sentía que iba bien encaminado, pero se llevó una sorpresa cuando le dijeron que no le veían futuro en el fútbol.

“Yo tuve un entrenador que me mandó a estudiar, no voy a decir el nombre porque lo respeto muchísimo, pero me dijo: ‘Chamaco, yo le voy a dar un consejo, empiece a estudiar’ y eso fue como que me dieran dinamita para comer, fue una cosa emocional muy dura. Yo pensé le voy a demostrar que eso no es así. Tuvo que ponerme y después andaba pidiéndome para los equipos en los que estaba. Después de eso, el giro de esa vivencia a uno lo llena mucho”.

Se ve retirándose en la Liga

Jonathan McDonald afirma que uno de sus anhelos es poder retirarse en la Liga, el equipo de sus amores.

No sabe cuánto tiempo más jugará, pero tiene claro que será “hasta donde la edad me permita ser competitivo, no es hasta donde me den las piernas, porque en realidad las piernas le van a seguir dando a uno, pero es hasta donde yo me sienta competitivo al 100%”.

Dijo que tiene a cuatro personas estipuladas desde hace cuatro años para que lo alerten de si ya no corre o si ya se ve sufriendo en la cancha.

“Yo les dije que el día que me vean y piensen que ya no me da, que me llamen y me digan que ya, que llegó el momento de lo que habíamos hablado. Esas personas son mi hermano mayor (Yherland), Patrick Pemberton, Porfirio López y José Andrés Salvatierra”.

Otras confesiones

Al cosultársele por exfutbolistas de otros equipos que admiraba por su juego, mencionó a Alonso Solís, Adrián Mahía y José Carlos Cancela.

Mientras que del presente indicó que admira mucho el fútbol de Christian Bolaños por su habilidad, así como la forma en la que se mantiene Michael Barrantes.

En cuanto a socios de ataque, destacó que en la Liga se entendía muy bien con José Guillermo Ortiz, que jugar con Jerry Palacios era muy fácil y que también tuvo muy buen entendimiento con Róger Rojas.

Sin embargo, destacó a Alejandro Alpízar, al catalogarlo como “el mejor definidor que he tenido en mi carrera como compañero, verlo entrenar definición era increíble”.