Adolfo Machado portó la banda de capitán en el regreso de Liga Deportiva Alajuelense a la competencia internacional.
Enfrentarse al Cibao trajo horas de angustia a los manudos, en los días previos, porque no estaba 100% claro con cuáles jugadores podría contar Andrés Carevic, debido a la covid-19, que ya es un tema superado en el equipo, pero que provocó que el plantel tuviera bastantes bajas en la fase previa de la Liga Concacaf.
Inclusive, fue este propio miércoles cuando Carevic pudo terminar de hacer un par de ajustes en su equipo, con el que derrotó 3-0 al Cibao.
Quienes no jugaron, tuvieron un papel importante, porque fueron partícipes de ayudar a convencer a los jóvenes de que podían sacar la tarea, de la misma forma en que lo hicieron en el clásico del sábado pasado en Tibás, cuando derrotaron 2-3 a Saprissa.
“El equipo va poco a poco asumiendo el nivel que venía mostrando antes de entrar en la cuarentena por los contagios con la covid-19. Se busca el arco rival, con paciencia para construir y crear los espacios”, destacó Machado.
Según el canalero, en la Liga todos pueden jugar y eso es algo que les repitió de forma insistente a sus compañeros.
“Yo les decía a los muchachos que los que estaban disponibles eran los que tenían que sacar la casta de equipo grande, de suplir a los que no podían estar en el partido”, mencionó en la rueda de prensa posterior al juego.
Además, indicó: “Siempre lo he dicho, los jóvenes que están en Liga Deportiva Alajuelense tienen esa hambre, esa sed por triunfar, por hacer historia y partido a partido lo van demostrando, siempre poniendo los pies sobre la tierra, trabajando con humildad y cada día esforzándose y siendo guiados por los jugadores de experiencia que tiene el club”.
Machado considera que lo sucedido el sábado y lo que pasó este miércoles es una clara señal para Andrés Carevic y sus compañeros del cuerpo técnico de que pueden estar tranquilo, “sin tener dolores de cabeza, sabiendo que los jugadores que elija para cualquier partido, van a responder de la mejor manera y suplir a los que no están”.
“Es un grupo que se ha caracterizado por eso, por estar unido y todos trabajamos full, concentrados, al mismo nivel, para cuando nos toque, estar preparados”, reiteró el canalero.
Destacó también que todos tenían muy claro que un traspié en esta fase previa no estaba permitido para Alajuelense, porque nada valdría como excusa.
Los manudos estaban ahí, de regreso en la competencia internacional porque se lo ganaron en la cancha, con la temporada tan regular que hicieron en los dos semestres anteriores.
Alajuelense tenía tres años y tres meses de no actuar en Concacaf, la última vez que lo hizo no superó su primera intervención, que fue ante el Olimpia de Honduras y en esta ocasión, pese a las bajas, todo fue diferente, en un reto a un partido único.
“Había una presión extra y lo hablábamos entre nosotros, una gran oportunidad para que la institución siga en este torneo internacional. Yo creo que es bien merecido por los torneos que se han venido haciendo y queríamos tomar todo con la responsabilidad, con toda la seriedad y poder avanzar. Sabíamos que al frente teníamos a un rival complicado, difícil”, aseveró Machado.
En los octavos de final de la Liga Concacaf, Alajuelense se enfrentará al San Francisco de Panamá.
De momento, los rojinegros se enfocan en su siguiente desafío en el Apertura 2020, pues el sábado recibirán a Cartaginés.
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