Wálter Centeno es un hombre de fútbol. Fiel propulsor del dicho “la ropa sucia se lava en casa”. Pero en ocasiones no aguanta y frente a las cámaras y micrófonos explota. Ya lo había hecho en el pasado con John Jairo Ruiz y ahora fue el turno de Mariano Torres y Michael Barrantes.
Cuando un jugador del Saprissa ha estado en el ojo en la crítica, Paté prefiere ponerle el pecho a las balas cuando los porteros se han equivocado, por ejemplo.
En marzo del 2019, Centeno llegó a conferencia de prensa y se le consultó por John Jairo Ruiz y no escatimó en lo absoluto para explicar por qué el exlegionario no tenía regularidad en su plantel.
"No tiene confianza, no tiene timming, es un jugador importante. Puede tener cualidades, pero si no tiene confianza y timming le cuento… no funciona. Por ahí es que usted me ve que le pido mucho a él, lo necesito, pero el que se tiene que ocupar más es él. Sería ideal que se ponga en forma, que se autocritique, que se autoevalúe y diga ‘no…yo tengo que rendir y tengo que dejarme de que pasé por Europa’”.
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Así de claro y directo fue el estratega morado en esa oportunidad.
Pero este sábado por la noche volvió a salir el Centeno de temple fuerte de la puerta del camerino para afuera.
Señaló los errores puntuales de Mariano Torres y Michael Barrantes en las expulsiones, en la goleada ante Herediano 4-1.
Centeno conversó de manera íntima con cada uno de los futbolistas.
Pero fuera del vestuario también señaló que vendrán consecuencias para ambos jugadores, pese a que son experimentados y líderes del plantel.
“Lo hablo en el camerino, como deber ser. Y ya. Nada más”, citó Centeno. Sin embargo conforme la prensa consultó, fue soltando prenda.
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Incluso, el estratega adelantó: “Voy a tomar decisiones. Nada más. Soy el jefe. Vamos a ver qué pasa. Ellos sabrán de primero cuáles van a ser las decisiones y ustedes se van a ir a dando cuenta”.
Una de las posibilidades es que cuando estén disponibles para jugar, ambos vayan al banquillo o a la grada.
La principal razón es que una de las reglas de Wálter es que los protagonistas no deben reclamar las decisiones arbitrales. “Nuestro estilo es no reclamar. Cuando usted se desconecta reclamando deja de jugar al fútbol. La idea nuestra es jugar, no pelear. Es prohibido hablarles a los árbitros”.
Paté demostró que tiene mano dura y será cuestión de tiempo para observar cuáles serán las medidas que tomará a partir de que ambos jugadores estén disponibles.
A lo interno del equipo saben que hay situaciones que molestan al entrenador, pero en el juego se pueden dar acciones que dejan en el límite la inteligencia emocional de los actores.
“Tenemos prohibido reclamar, él (Wálter) siempre nos lo dice”, citó el portero Aarón Cruz.
En esta oportunidad salió a relucir la cara más dura de Paté de la puerta del camerino para afuera, pues aunque solucionará las cosas a lo interno, ambos jugadores quedaron expuestos por la manera en que se expulsaron ante el Team.
Quizás más la de Torres, de quien ya es reiterativo el mal temperamento cuando de reclamarle a los silbateros se trata.