En los últimos años la tónica del fútbol nacional ha sido hablar de la sequía rojinegra, porque 11 torneos difícilmente pasan desapercibidos.
Su afición lo vive en carne propia, con memes, bromas y muchas ilusiones tiradas a la basura.
Pasaron técnicos, futbolistas, y hasta directivos, pero hoy, más que nunca, están a las puertas de la gloria.
Si convierten su etiqueta de favorito en realidad, por fin saldarán cuentas, las cuales en realidad no son tan alejadas de sus acérrimos rivales.
Tomando en cuenta la última década de títulos en la Primera División del fútbol nacional, la verdad habla claro: los tres grandes de Costa Rica tienen una historia similar.
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Alajuelense dominó el inicio de ese periodo, luego Herediano tomó fuerza y Saprissa se mantuvo, aunque sin ser real dominador, porque solo ganó un bicampeonato, en el 2014.
De los últimos 19 certámenes disputados, los rojinegros conquistaron cinco, apenas uno por debajo de rojiamarillos y morados, con seis cada uno.
Es decir, si la Liga alza la ansiada 30, estará en igualdad de condiciones con ambos clubes y en una de las décadas más parejas entre ellos tres.
En la anterior, contando entre la campaña de 1999-2000 y el Invierno 2009, Herediano ni apareció, los manudos sumaron cinco coronas y la S seis. Mientras Brujas y Liberia ganaron uno.
Hubo menos títulos porque hasta 2007 se repartía uno por año, no dos, como sucede actualmente.
Rachas. Los buenos y malos tiempos golpean a estos clubes, y de ello se aprovechan los demás.
Eso le sucedió a Saprissa los primeros años de la década, y ahí fue donde Alajuelense ligó un tricampeonato. Las circunstancias después dieron vuelta.
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Pero la ausencia de alegrías en el Morera Soto tampoco dejó a sus contrincantes dispararse, aunque en el conteo histórico sí permitió que el Team se acercara y Saprissa tomara más ventaja.
La aparición de Pérez Zeledón y San Carlos, con un cetro cada uno, también contribuye a esta paridad.
Herediano, por su parte, volvió para romper con la hegemonía de los más ganadores y se convirtió en una piedra en el zapato. Lo dicen sus seis títulos y las 16 finales disputadas.
Han perdido más de lo ganado, pero también podrían convertirse en el más poderoso de la última década, con siete campeonatos.
Esas cuentas de manudos y florenses podrían definirse esta semana o extenderse hasta la próxima.
Con mesura. Aunque los números, fútbol y motivación están del lado rojinegro, los jugadores y técnico guardan, desde hace varias fechas, un discurso mesurado.
Sin embargo, entre sus frases evidencian la satisfacción de finalmente sentirse cerca de la 30.
Según Allen Guevara, esa forma de tomar los éxitos es clave para no tirar las campanas al aire y seguir mostrando buen fútbol.
“Lo hemos manejado tranquilamente, no abusarse de las cosas que hemos hecho bien, pero tampoco echarnos para atrás si alguien viene con comentarios. Cada quien que sea fuerte como quiera, pero el profe da una directriz y hay que seguirla”.
“Una final es distinta, no importa que hayamos quedado de primeros, de nada vale si no ganás, va a ser totalmente distinto. Lo estoy disfrutando, sabemos que el equipo está urgido del título, pero con trabajo y mente positiva se va a lograr”, concluyó el volante.
Meneses, por su parte, agregó que disfrutan esta etapa, más allá de tener tensión o ansias.
“Estar en una final es muy bueno, se ha trabajado fuerte durante el campeonato. Necesitamos darle una alegría a la afición”.
Colaboró: Fanny Tayver