15/9/12. Estadio Nacional, Sabana Oeste. Primer Tiempo: Saprissa 0 - Santo 1. GOL del Santos. foto: Eyleen Vargas (Eyleen Vargas)
Santos sigue en alzada y Saprissa sigue siendo inconsistente. Son las dos conclusiones a las que más rápido se puede llegar tras el compromiso que le ganaron con total mérito los guapileños a los morados ayer en el Estadio Nacional.
El marcador de 2-0 es tremendo batacazo para ambos lados. Para los vencedores, porque ya son sextos después de un inicio desastroso en el Invierno 2012. Para los perdedores, porque avivaron la posibilidad de perder la punta hoy.
Los santistas, actuales subcampeones nacionales, mejoraron con el pasar de los partidos. Y mucho.
El equipo recuperó la solidez que demostró en todo el torneo pasado, indicador también de su ascenso en la tabla de posiciones.
Lógicamente, mucho pasa porque el delantero Cristian Lagos anda encendidísimo y aunque en cada pelota que se le aproxima lo marcan dos y hasta tres defensas, su físico y su olfato goleador le dan una valiosa ventaja que sabe aprovechar en un alto porcentaje.
Pero también tiene que ver con que el volante Osvaldo Rodríguez entendió que el equipo se mueve a su ritmo, por lo que desde hace varios juegos le metió toda la potencia al motor. Si sigue a ese nivel, está para dar un paso más arriba en su carrera; cualquiera que ese sea.
Ambos fueron los que causaron más peligro en el área del Monstruo. Ambos participaron en los goles. Ambos hasta por ratos le quemaron el rancho a su rival.
Lagos bombardeó todo lo que le quedó dentro del radar, pero entre defensa y arquero le limitaron (porque pudo hacer más; varios) la cuota en la red. Rodríguez, por su parte, estrelló una en el horizontal, antes de que el marcador sufriera su primer movimiento.
Por supuesto, no podía ser otro más que Lagos el causante de eso. El atacante cerró la pinza después de que Diego Madrigal actuara de mediador entre él y el gol con una buena corrida por la banda izquierda, la cual dejó otra vez expuesto al defensor Jordan Smith (30’).
La S tuvo un tibio intento por reaccionar, pero cayó presa de la tranquilidad de los guapileños para manejar la pizarra. Definitivamente Santos ya no es un equipo cualquiera. Tiene criterio. Se lo dejó claro a los morados por segunda vez consecutiva en este reducto.
Punto final. Ya después, con el segundo tanto de la visita (¿adivinen de quién?), se acabó el partido (49’).
Otra vez el máximo artillero del certamen se ubicó en el lugar preciso para pescar un rebote de Víctor Bolívar, ante un tiro de Rodríguez.
Aunque todavía quedaba mucho partido por delante, esta ocasión no hubo siquiera un remedo de sacudida. Santos seguía firme y Saprissa no tendría respuestas ni en la cancha ni en el banquillo.
La velocidad de José Luis Cordero Cordero, la movilidad de Manfred Russell, la chispa de Daniel Colindres, el orgullo de Yeltsin Tejeda... Nada de eso apareció. A todas luces, un resultado justo.