Limón. En el extremo calor que se sintió ayer en Limón, sofocante y desgastante, Alajuelense cocinó un récord en torneos cortos: sumó 50 puntos.
Una sola anotación a 11 minutos del final, conseguida por Johan Venegas ante un error de la defensa, definió un partido que nunca fue manudo porque los visitantes llegaron a Limón a cuidarse de la temperatura.
A casi 40 grados en el termómetro, la prudencia era opción.
Por esto no es de extrañar que los manudos fueran cautos al arranque, con solo dos opciones de peligro. La primera al 19’, cuando Álvaro Sánchez envió un centro sin fortuna; la segunda al 45’, esta vez con un servicio de Venegas desde de la derecha.
Dentro de la mesura liguista, los limonenses fueron agresivos, llegaron más veces al marco rival e hicieron el desgaste con gente como Lemark Hernández y Josimar Pemberton, que se movieron por todo el frente del ataque y chocaron contra la férrea defensa.
Los manudos, expertos en defender marcadores cerrados, no estaban dispuestos a perder la cabeza por una victoria que ya no representa ningún cambio en la tabla de posiciones, pues el primer lugar del torneo ya es suyo, y lo único que deben esperar es quién será el clasificado con el cuarto boleto.
Tal juego de sapiencia, que podría interpretarse como de conformidad, permitió que Limón se acercara tres veces, una con un remate de Pemberton que sacó Alfonso Quesada, otra de Edder Nelson que volvió a repeler el espigado portero manudo, y la tercera en un cabezazo de Steven Calderón que Quesada hizo ver fácil con sus manos.
Queda claro que la planilla alajuelense tiene más fuelle que la local, y que pese a ello los limonenses han sido difíciles en su casa, pero ayer era obvio que el ritmo liguista era lento por la temperatura, esa que nunca calentó en la cancha, aunque sí lo hizo en el clima.
Aunque Limón llevó peligro por las alas y sumó piernas como las de Henry Cooper y Winston Parks en ofensiva, su propuesta es más improvisada que planeada, lo que le hace un rival fácil.
Si es que durante la semana se trabajan jugadas y marcas, la realidad dice que su eficiencia en ataque es pobre y que por eso tienen cinco derrotas al hilo.
La Liga, por su parte, posee un técnico que estudia y planea, y que supo que en el calor limonense solo se necesita una opción para triunfar e imponer ese récord que supera las 47 unidades que hizo el Herediano en el 2013.