Luego de un viaje con la Selección Sub-17 que tuvo un torneo de UNCAF en El Salvador, que sirvió para prepararse de cara a las eliminatorias y el premundial, la defensa central Keilyn Gómez aterrizó el domingo a las 10 a. m. y a las 4 p. m. salió como titular a la cancha del Estadio Jorge Hernán Cuty Monge en Desamparados, para disputar un encuentro con Dimas Escazú ante Saprissa.
Para llegar a jugar, necesitó cuidados y recuperación durante la semana con la Tricolor, situación que considera esencial y que le ayudó a sentirse en condiciones idóneas.
“Siento que la recuperación durante la semana fue clave, gracias a eso pude jugar con Dimas. El domingo regresamos y vine a jugar con Dimas”, asegura Gómez.
Esta futbolista estudia en horario vespertino en el Centro Educativo Adventista (CEA), donde cursa el décimo año de secundaria, pues en la mañana debe asistir a los entrenamientos de su club.
Su palmarés incluye dos subcampeonatos de categoría U-15, un campeonato de la U-17, dos medallas de oro y una bronce en Juegos Nacionales con las escazuceñas.
Ella asegura que siempre ha sido apasionada por el fútbol, pues su tío le inculcó ese amor. Comenzó a jugar a los 10 años en una filial de Belén. En sus inicios se desempeñaba como volante de contención, pero posteriormente pasó a jugar a la zaga central.
Hace cuatro años, aproximadamente, dio el salto a Dimas Escazú, equipo con el que debutó en la máxima categoría el 17 de setiembre del 2017, con 13 años, en un partido ante la Universidad de Costa Rica.
Con la Selección Nacional ha sido parte de las categorías Sub-15 y Sub-16, en las que fue capitana, así como en Sub-17. Cuando le tocó salir del país por primera vez para defender la camiseta roja, fue para unos amistosos en Jamaica. Fue una sensación indescriptible para la futbolista.
“La primera vez que salí del país no fue con la Selección, pero cuando me tocó ir con la Sele, fue algo inexplicable. Y más porque yo iba tan joven con un grupo que ya había tenido experiencia internacional”.
La jugadora tiene metas claras para el futuro, que incluyen dedicarse profesionalmente a la práctica de este deporte y convertirse en legionaria.
“Lo primordial ahora para mí es terminar el cole y lograr una beca o poder salir del país a jugar profesionalmente, así como ser regular en la Selección Nacional", agregó.
Mientras llega ese momento, esta adolescente sigue creciendo con el primer equipo escazuceño y con las selecciones menores.
Licenciado en Comunicación Social con énfasis en Derecho del Deporte - Fútbol Profesional. Universidad de los Andes, Santiago, Chile.
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