José Guillermo Ortiz no la pasó nada bien en la semana previa al juego de vuelta de la final. Desde que terminó en el choque de ida todo fue frustración, el haber fallado dos ocasiones clarísimas e inmejorables le pasaron factura y lo golpearon en lo emocional. Sin embargo, compañeros, cuerpo técnico y directiva lo levantaron y fueron el mejor apoyo para pasar la página.
Eso sí, el atacante tuvo en su cabeza lo que ocurrió en el Rosabal Cordero desde el domingo anterior y hasta que inició el duelo en el Ricardo Saprissa. Repasó cada acción, reconoció lo que debía hacer y lo que no, y más allá de que no contó con una igual en la Cueva, al final celebró con alivio el cetro de monarcas.
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Atrás quedaron los momentos amargos, José Guillermo se sintió respaldado y recalca que con más razón su decisión de jugar con los florenses fue la idónea. Ahora solo se enfoca en saborear las mieles del cetro.
¿Qué sensaciones le pasan por su mente al coronarse campeón?
Estoy feliz por ver a mis compañeros celebrar, por levantar un título con Herediano a nivel nacional. Mis compañeros son increíbles, ellos me acuerparon desde el domingo que fallé las dos ocasiones claras que tuve, junto con el cuerpo técnico y la directiva. Esto me motiva y me da confianza de estar en este equipo, realmente estoy muy feliz.
¿Cómo fue la semana previa al último partido de la final, luego de fallar dos ocasiones tan claras en la ida?
No voy a mentir, fue muy difícil, desde el mismo domingo cuando fallé pasé viendo las jugadas todos los días, me puse a evaluar qué tenía que hacer, lo que ejecuté bien, lo que se requería y realmente que fue muy complicado, pero mis compañeros me acuerparon muy bien y logramos el título.
¿Qué sensaciones le quedaron luego del primer juego en el que falló?
Tengo que aceptar que solo pasé pensando en esas jugadas, fue difícil dormir y repasé muchas veces todo lo que pasó. Me gusta observar las acciones porque uno aprende y le ayuda a no fallar. Ahora estoy feliz, esto no depende únicamente de mí.
¿Durante el juego de vuelta pensó en las que falló en el Rosabal Cordero?
Cuando estaba en la banca y cayó el gol de Saprissa pensé en las dos acciones que me quedaron en Heredia, pero confiaba en que podíamos revertirlo y en que íbamos a ser campeones.
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Su paso de Alajuelense a Herediano fue convulso, ¿qué recuerda de ese momento?
Fue muy difícil, porque dijeron cosas que no tenían que decir. La afición de la Liga no sabe la verdad, pero estoy tranquilo, sé que hice bien las cosas y ahora estoy acá en Herediano, donde me han acuerpado muy bien.
¿Qué tan importante fue Jafet Soto?
Muchísimo, cuando estuvo de gerente y luego de entrenador nos apoyó demasiado. Estuvo con nosotros, nos dios el respaldo y nos motivó a dar el máximo. Él siempre nos dice que no importa lo que pase, él es el responsable de todo, ya sea que salgamos bien o mal. Jafet se lo merece.
El año anterior fue complejo para usted, con una lesión complicada, perdieron la final y no pudo jugar la otra, ¿cómo vive ahora este campeonato que logran?
Fue un año muy difícil, lo inicié con una operación compleja, pero Dios es increíble. No tengo palabras para agradecerle a las personas que me estuvieron apoyando desde que se dio todo. Gracias a todos ellos estoy acá.
¿Ya se recuperó por completo y esta es la mejor versión de José Guillermo Ortiz?
La verdad es que debo ser sincero y en algunos partidos me sentía bien y en otros no. Sin embargo, en Herediano no se depende de un solo jugador, somos todos. Ante Saprissa quedó demostrado, un jugador como Aldo Magaña, que estuvo esperando por su oportunidad a lo largo del torneo, fue el que llegó y nos dio el título.
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¿Salió de cambio al medio tiempo por una molestia?
Desde el miércoles anterior tenía un pequeño desgarro, pero hablé con Jafet, le dije que me aguantara, que quería jugar este partido tan importante. Sin embargo, al medio tiempo él vio que no podía más y era mejor que entrara un compañero que estuviera en plenitud.