Alajuela
Jonathan McDonald tenía varios días de sentir que podía hacer dos goles en el clásico que marcaba el debut de Wílmer López como técnico titular de Alajuelense.
El atacante pretendía matar dos pájaros de un tiro en este pulso contra Saprissa.
Por una parte, Mac quería igualar a Errol Daniels como el máximo goleador de los rojinegros en clásicos, con 12 tantos, algo que consiguió.
También soñaba con alcanzar en el goleo histórico a su ídolo de niño y quien ahora es su maestro en movimientos ofensivos, pues al igual que Jozef Miso y Javier Jiménez, McDonald contabiliza 71 perforaciones vistiendo la camisa de la Liga.
Él lo quería y lo buscó, pero cuando vio que ese doble propósito era una realidad, el delantero lloró de la emoción por el significado de sus goles.
"A pesar de que Errol tuvo ese récord durante muchos años, lo logro empatar y después del partido aguanté las lágrimas que pude en la entrevista flash, pero los compañeros son testigos. Salí llorando porque es una emoción enorme", manifestó McDonald.
Y agregó: "Cuando vos tenés a una institución en el corazón y siempre anhelás estar en la historia, pasan cosas como estas. Siempre me preparo lo mejor posible para todos los partidos, pero en especial atención a lo que pueda pasar en los clásicos, que marcan muchísima historia".
La realidad de Mac hoy es muy distinta a la que vivió tiempo atrás.
"Sufrí un golpe hace muchos años, me aniquilaron por ese error y yo creo que de la mano de mi familia y de Dios se superó, estoy agradecido con Él porque ha sido buenísimo conmigo, nunca me ha soltado y ha sido siempre fiel, a pesar de los momentos duros y difíciles que he pasado".
Para él, sus compañeros también tienen su cuota de responsabilidad en el hecho de que hoy esté liderando el goleo del Verano junto al herediano Rándall Azofeifa, con cuatro anotaciones, pues ellos siempre lo acuerparon y nunca lo dejaron caer.
Poco a poco, las metas que se propone las consigue, pero aún hay una pendiente y es que él quiere ganarse el derecho de que Óscar Ramírez lo llame a la Selección Nacional.
"Seguiré trabajando el doble, el triple, lo que me cueste y lo que tenga que hacer para en algún momento llegar, creo yo que depende mucho del rendimiento en el club el llamado o no, yo me centro acá, viendo de reojo alguna opción, pero seguimos", apuntó Mac.
Además, dijo: "Óscar es un entrenador inteligente, sabe lo que necesita y tal vez por ahí no requería en estos partidos de la eliminatoria a un jugador como yo, pero hay que seguir trabajando en la semana para rendir y empezar a pujar para llegar ahí".
Mientras que él atendía a la prensa en la zona mixta del Morera Soto, su papá, Jasper McDonald lo esperaba para felicitarlo y apoyarlo en las buenas, a como también siempre ha estado ahí cuando las cosas no le han salido tan bien a Jonathan.
"Él tiene mucha perseverancia, constancia, sabe que tiene que confiar en lo que hace y así tarde o temprano todo funciona. Días atrás agarramos las tablas de los máximos goleadores de los clásicos, de los goleadores de la Liga y en eso estamos trabajando", apuntó don Jasper.
Para él, ver a su hijo equiparado en goles con Errol Daniels en clásicos son palabras mayores.
"No es cualquiera el que lo hace, esto es una dicha, pero la perseverancia manda. Uno se replantea metas, hace revisión y cuando hay una meta se ajustan cosas para lograrla. Él tiene un par de metas por ahí y está haciendo los ajustes para lograrlo", confesó.
Dijo que durante la última semana no hablaron tanto de que si podría anotar o no en este nuevo clásico.
"Hablamos de otras cosas, lo que debe hacer y no nos metemos mucho en esto, solo que al principio del torneo nos ponemos metas. Este domingo estaba cerca de una de la que andamos detrás, pero cuando pase, le cuento cuál es", indicó el papá del goleador rojinegro.