Jonathan McDonald al usar la máscara: 'Es prácticamente imperceptible'

19 días después de la fractura en el hueso maxilar del pómulo derecho, el atacante está listo para volver a jugar mucho antes de lo previsto

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Jonathan McDonald superó una prueba de fuego este viernes por la mañana en la gramilla híbrida del Estadio Alejandro Morera Soto.

El atacante estrenó el prototipo que le entregaron el jueves por la tarde en el Laboratorio de Fabricación Kä Träre de la UNED.

La intención de que lo usara durante la práctica era para que lo probara y que le diga a los especialistas si se sintió cómodo, o si hay que realizarle algún ajuste a la máscara definitiva que le darán este sábado por la tarde.

Ese antifaz le permitirá jugar el domingo, en el partido entre la UCR y Alajuelense, al mediodía, en el Estadio Nacional, si Nicolás dos Santos decide alinearlo.

Y eso es todo un aliciente para el futbolista, quien desde el primer día dijo que un mes fuera era mucho tiempo y que él pondría todo de su parte para que la recuperación fuera en tiempo récord.

19 días después de que se fracturó el hueso maxilar del pómulo derecho en el clásico del 25 de marzo entre la Liga y Saprissa, Mac está de vuelta.

La máscara que pesa unos 150 gramos prácticamente pasa desapercibida por él, que es justo lo que quería.

En las prácticas previas usó una que le prestaron, pero el prototipo le dio la comodidad que no sentía con esa máscara que no tenía sus medidas.

"Tenía preocupación por si la mía iba a ser igual de incómoda, pero en realidad es sumamente cómoda, muy liviana, es prácticamente imperceptible, si no es que uno siente la presión de la máscara, así que estoy contento", mencionó McDonald.

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"Ya la probamos cabeceando, la probamos de todas las formas, en movimientos rápidos, en piques, en aceleraciones, cambios de ritmo, volver a ver hacia abajo para ver si estorbaba, que era una de las cosas que queríamos probar, si no iba a perder de vista la pelota cuando la tuviera en los pies y la verdad que sumamente bien", mencionó Mac.

El sudor tampoco será un problema, pues la máscara es bastante amplia en la parte de los ojos.

"Relativamente no se acumula el sudor, no se hace un pozo en la orilla de eso, en la parte de arriba no baja porque tiene un punto de presión importante en la frente y es de donde estamos apoyándonos más. La máscara tampoco la voy a usar de por vida, es por un periodo", citó.

Mac cuenta las horas para volver a un partido.

"Si usted me pregunta si estoy preparado, sí, yo nunca me voy a meter a un partido si no me siento que puedo jugar los 90 y tanto de minutos. Siempre me preparo para jugar y si no me siento al 100% o cerca del 100%, no voy a estar".

Y agregó: "Yo hice lo humanamente posible para recuperarme rápido para estar, porque me encanta jugar y si hice todo el esfuerzo es para estar dentro de los planes del profesor. Ahí él dictará si son 5, 10, 15 minutos o 90, o los que sean, yo siempre estoy preparado para el tiempo que sea y él es el que toma la decisión".

McDonald dice que añora estar en la cancha, porque no le gusta ver los partidos desde afuera.

"Le pican los pies a uno en la gradería o a la orilla de la cancha y le pican los pies a uno por estar ahí, por ayudar a los compañeros y para ayudar al equipo a ganar tres puntos más".

Indicó que no tiene ansiedad, porque ya es un jugador maduro y se siente preparado para lo que venga.

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"Para nadie es fácil recibir una fractura en la cara y tener que andar así, pero yo creo que la clave fue tener una actitud positiva ante la situación, mentalizarme en recuperarme mucho antes y rodearme de profesionales".

Recordó que el maxilofacial le comentó que si no se operaba, necesitaba una recuperación de seis semanas y que si lo hacía, eran máximo cuatro y entonces "yo le dije: 'doc, ¿me puede operar de una vez?', porque no quería perder ni un segundo más fuera del terreno de juego".

Y con mucho empeño, él redujo ese mes fuera de las canchas.

"Al principio le pedí mucha ayuda al maxilofacial, qué puedo hacer y qué no sin escatimar esfuerzos y tiempo de parte mía".

Aquel 27 de marzo lo operaron a las 7 a. m., unas dos horas después despertó de la cirugía y salió del Hospital del Trauma pasadas las 11 a. m.

"En la tarde, aún con efectos de la anestesia, estaba en una clínica poniéndome láser para desinflamar rápido. Esos son los esfuerzos que hicimos, ir a San José, venir acá a la Liga a seguir las terapias y seguir al pie de la letra las instrucciones, con alarmas en la madrugada levantándome para tomarme los medicamentos", contó McDonald.

Insiste en que la mente es muy poderosa y que es de la filosofía que el cuerpo y muchas cosas caminan a donde la mente quiere ir.

Entre risas, cuenta que las placas que le pusieron para corregirle la fractura son de titanio y que no es nada nuevo para él.

"Tengo cuatro o cinco, no se inflamó más de la cuenta ni tampoco hubo tanto sangrado interno a pesar de que la cirugía fue por dentro de la boca y por dentro del ojo. El doctor estaba preocupado por la reacción del ojo. Tengo pines de las rodillas hasta el tobillo y ocho tornillos".

En vista de que tanto Róger Rojas como él tienen cuatro tarjetas amarillas, el futbolista dijo que ese tema está en análisis con el cuerpo técnico y la gerencia deportiva.

"Hay que ver qué es lo mejor, si la amarilla o seguir peleando la opción de llegar al liderato, es una cosa que vamos a manejar y en realidad no es algo que nos preocupa tantísimo".

Sobre lo que viene, el delantero destaca que los cuatro clasificados son equipos fuertes y parejos.

"Yo creo que esta es la cuadrangular con mejor nivel que va a haber, porque se sabe que al estar ahora tres grandes y uno que normalmente clasifica, que es Santos. No creo yo que los partidos se vayan a ganar por más de dos goles, va a ser muy cerrada la cuadrangular y muy bonita, donde va a mandar la parte táctica y motivacional".

Talento tico desarrolló nuevo rostro de Mac en ocho días

Después de que a Jonathan McDonald lo operaron el 27 de marzo en el Hospital del Trauma por la fractura en el maxilar derecho que sufrió dos días antes en el empate (3-3) entre Alajuelense y Saprissa, el cirujano maxilofacial que lo atendió se puso en contacto con los expertos del Laboratorio de Fabricación Kä Träre de la UNED, para ver si era posible que ellos le confeccionaran la máscara al atacante.

El nuevo accesorio que es ahora parte de su atuendo futbolístico involucra todo un proceso de producción e investigación.

Tenían que definir cuáles materiales eran los mejores y que se pudieran adquirir en Costa Rica.

Ahí comenzaron a trabajar la semana pasada y en cuestión de ocho días confeccionaron la máscara que se convierte en una doble protección para el artillero.

Algunos decían que la operación no era necesaria y que podía jugar así, pero los especialistas optaron por la cirugía al tratarse de un futbolista.

Como a él le colocaron dos placas sujetadas con tornillos, esa es su primera protección, en caso de recibir un golpe en la misma zona.

Adicional a eso, usará la máscara, elaborada en Z-Hips y ASA, que son materiales especiales para recibir y aguantar golpes.

“También son materiales que en algún punto de la fuerza se fracturan, entonces la idea es que sean como un chasis de un carro, que antes eran muy duros y si el carro recibía un golpe muy fuerte el cuerpo de la persona que iba manejando también lo sentía igual de fuerte. Con esta máscara el propósito es que si el golpe es muy fuerte se fracturará y evitará que el golpe afecte a Jonathan”, comentó el investigador Esteban Campos.

Al futbolista le entregaron el jueves por la tarde el prototipo para que se entrenara este viernes por la mañana y en la última práctica previo al partido de este domingo al mediodía entre la UCR y la Liga en el Estadio Nacional.

La máscara con la que jugará el domingo se la entregarán el sábado por la tarde.

“Le dimos un prototipo en PLA, que es un plástico relativamente sencillo de trabajar, polímero económico es para que Jonathan experimente cómo se siente la máscara, la transpiración, la visión, que no le afecte y pueda jugar con total normalidad, o al menos que sus facultades se vean minimizadas en la menor medida”, indicó Campos.

El atacante acudió puntual a la cita en el laboratorio de la sede central de la UNED en Sabanilla.

Lo acompañaban el gerente deportivo de la Liga, Javier Delgado y el doctor Alfredo Gómez.

Su rostro evidenciaba una gran ilusión mientras le cosían a mano las tiras de ese antifaz que es su luz verde para volver a jugar.

Mac no le perdía detalle a ese prototipo que le hicieron como muestra para que entrene, pero veía de reojo la impresión de la máscara en una máquina especial que se llama Ultimaker 3.

“Hemos pasado por varios pedidos, desde que fuera negra, que no tuviera nada de morado (ríe)… Viendo ahora el primer material en el que se hizo el prototipo que era dorado, también se consideró y quedó en avisarnos este viernes, pero creo que insistirá en que sea negra”, comentó Campos.

¿Diferencias entre el prototipo y la máscara? “Depende de cómo resulte este proceso se le puede dar un acabado distinto, ya sea interno o externo para que tenga una mejor relación con la superficie, que en este caso es el rostro de Jonathan, también pueden ajustarse detalles, dependiendo de cómo proceda este material en el entrenamiento se puede dar un recubrimiento para reforzar la estructura de la máscara”, explicó el investigador Farith Tabash Pérez.

Y agregó: “Uno de los retos es que él se la ponga y no le moleste o le dificulte al momento de jugar, tanto en la visión, ya que es una máscara que le tapa literalmente el rostro, el peso es liviano porque él va a pasar moviéndose y hay que tomar en cuenta aspectos como la transpiración”.

Es probable que se rompa. Según Esteban Campos, es muy probable que a mitad del camino se fracture la máscara, porque para eso es.

“Resolver una situación así sería mucho más fácil porque ya se tiene la tecnología y ya se desarrolló el conocimiento para hacer la máscara, todos los archivos los tenemos y sería cuestión de un par de días para dársela de nuevo”, apuntó.

Para los integrantes del Laboratorio de Fabricación Kä Träre, esta máscara ha sido todo un desafío contra el tiempo.

“Es la primera ortesis (máscara) que trabajamos aquí, hemos hecho varios proyectos de planificación quirúrgica con maxilofaciales, en los que se imprimen modelos a escala de los pacientes para planificar la cirugía, pero esta es la primera máscara para un futbolista que se desarrolla en Costa Rica”, dijo Campos.

Según él, las otras habían sido importadas, de modo que se pagaban en Estados Unidos y se traían.

"Pero esta es la primera desarrollada con talento tico", afirmó el investigador con orgullo.

Los expertos contaron que un proyecto de este tipo implica presión y responsabilidad, porque lo que está en juego es la salud de una persona.

A su criterio, una las fortalezas que tiene el laboratorio es que todos los proyectos se trabajan desde un punto de vista multidisciplinario.

"Tenemos personas que saben de presión 3D, ingenieros en diseño de producto, el médico de planificación quirúrgica nos apoyó en esto, entonces la máscara que va a usar Jonathan está diseñada para que si él recibe un golpe la fuerza se distribuya sobre todos los puntos de la cara menos el punto en el que él tiene la lesión”, detalló Campos.