Cuando llega un técnico nuevo a un equipo los cambios van a suceder, es lo más lógico y, sobre todo, es precisamente para lo que los clubes mueven sus piezas. Así sucedió cuando Wálter Centeno tomó el mando del Saprissa en lugar de Vladimir Quesada, luego con Mauricio Wright y ahora con el español Iñaki Alonso. Todos marcan un estilo y ponen o quitan futbolistas.
Pero el nuevo entrenador morado hizo un movimiento poco esperado, que ni Wright ni Paté habían ejecutado. El martes, ante San Carlos, Aubrey David apareció en el banquillo, situación inusual en el equipo tibaseño. Hasta ese día, el zaguero trinitario había jugado todos los partidos como titular y solo salió una vez, cuando faltaban 20 minutos para final de un duelo ante Herediano.
Ni siquiera Aarón Cruz ha tenido tanta regularidad como el zaguero, quien se consolidó como central pero anteriormente también fue el comodín de Paté, por la derecha o izquierda o en el centro. Lo cierto es que si no aparecía una lesión o algún castigo, el defensor era fijo en la titularidad. Iñaki rompió con la regla por mera decisión técnica.
Al menos contra los Toros del Norte, el español consideró que Kevin Espinoza, refuerzo del Saprissa para esta campaña, cumplía mejor con su planteamiento. De acuerdo a la explicación de Alonso, por el perfil de los delanteros rivales de ese día, Espinoza lo podía ayudar un “poquito” más.
“No hay otra, Aubrey es un chico encantador pero me gusta que esté exigido, cada vez que le veo con amenaza, ahí da un plus, y conseguiremos mejor rendimiento”, añadió al valorar al trinitario.
Precisamente, en el debut de Iñaki Alonso ante el Sporting FC, David cumplió su partido número 150 con la camiseta morada, durante sus dos etapas en el club. Durante sus tres años y medio, el equipo ha disputado 190 partidos entre torneos nacionales e internacionales y Aubrey apenas se perdió 40 de ellos, 41 contando el del martes.
El Apertura se estaba convirtiendo en uno de sus torneos más regulares, aunque en su caso normalmente son así. En el Clausura 2021 consiguió la mayor cantidad de juegos durante un certamen, 23 de 26 posibles, y fue estelar en 21.
Por eso su ausencia llamó la atención y obligó a la consulta hacia el técnico del Saprissa, quien sin rodeos expresó su inclinación por Espinoza. Para el ex de Guadalupe es una oportunidad de oro en medio de un certamen con poca actividad.
“Desde que vine al equipo me pude acoplar muy bien al grupo, los compañeros fueron muy buenos conmigo en ese sentido. Ahora el profe me da un voto de confianza y es una competencia muy sana, al que le toque, va a dar lo máximo por el bienestar del equipo. Se acercan instancias finales, todos quieren jugarlas y es bueno para el equipo”, expresó el central.
Por ahora el estratega del Saprisse anda en busca de sus mejores piezas, como él mismo confesó el martes.
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