Herediano le echó a perder la fiesta a Alajuelense

Los aficionados rojinegros agotaron las entradas días antes del primer partido, después les importó poco el resultado adverso y este domingo hicieron vibrar el Morera Soto, pero nada sirvió. Herediano obligó a una gran final

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Alajuelense quedó contra la pared desde el miércoles y le fue imposible salir de ahí. Herediano lo dejó en blanco, lejos del nivel que lo hizo líder.

Lo dijo Marco Ureña al final del juego, la Liga tiene la tarea de reinventarse, porque su magia tocó techo... o topó con un cerco amarillo y rojo.

Los florenses ganaron la serie 2-0, al empatar este domingo 0-0, obligando a dos partidos más para definir al campeón nacional.

El Morera Soto lució de fiesta, desde días atrás los aficionados agotaron los boletos para este duelo y después poco les importó el marcador adverso de la ida.

Su apoyo se inició desde horas antes del partido. En la llegada de su equipo a casa pintaron las calles de rojo y negro. Se encargaron de inyectarle la mejor motivación a los futbolistas.

Pero faltó lo más importante: los goles. En la cancha del Morera no se vio ni la sombra de sus 49 anotaciones de la fase regular.

San Carlos ya había dejado sin celebraciones a la Liga y Herediano se hizo maestro en dos enfrentamientos.

Siempre le tocó llevar el peso de la ofensiva. Sin embargo, careció de capacidad. En el Rosabal Cordero le afectó el primer tanto de su rival y este domingo intervinieron dos factores.

En muchos tramos equivocó la vía para hacer daño y en otras simplemente se topó con Esteban Alvarado, el mejor jugador del partido.

Después apareció el enemigo más conocido en estas series: conforme avanzó el reloj, Alajuelense fue presa de la desesperación.

Andrés Carevic echó todo lo que tenía en banca y tampoco le sirvió. Arriesgó, cambió el sistema y nada pasó.

En el 50′, apostó por Jonathan Moya ante un desaparecido Ariel Lassiter. Su variante era lógica, porque en la primera mitad hubo muchos centros (la mayoría malos) y necesitaba un hombre para pelear esas bolas.

Del otro lado, estaba la defensa visitante ordenada. Nada nuevo cuando José Giacone es quien dirige el barco florense.

El Team siempre cedió la iniciativa, y aunque por momentos solo optó por sacar pelotas, el negocio le salió perfecto.

Incluso, Herediano tuvo para anotar, sobre todo después del minuto 70, cuando le quedaron espacios con la Liga tirada al frente.

En el 67' hubo un autogol a su favor, pero fue anulado por posición prohibida.

Hubiera sido el acabose de una afición con fe por alcanzar la estrella número 30. Porque la esperanza la extendieron hasta el final y siempre se toparon con la pared de Alvarado.

Las primeras intervenciones más importantes del espigado guardameta se dieron en los minutos 34 y 42. Ante un potente disparo de Alex López y después un remate de larga distancia de Henry Figueroa.

En medio de esas dos jugadas, Ariel Soto cometió falta en el área sobre Allen Guevara (39′), pero no fue señalado como penal.

Tras el descanso Alvarado también apareció con un tapadón a remate de Marco Ureña, posiblemente en la mejor opción manuda (54′).

Eso sin contar todas las pelotas que atrapó en el aire sin problema, mientras la afición local le tiraba objetos y él se aprovechaba para perder tiempo.

En la Liga la insistencia nunca faltó, las ideas sí. Herediano se convirtió en el enigma más difícil para Andrés Carevic.

Sin duda José Giacone le ganó el pulso a su colega, quien ahora debe trabajar con otro escenario. El favoritismo cambió de acera.

Se verán las caras de nuevo el próximo domingo a las 4:30 p. m. en el Rosabal Cordero.