Un reclutamiento al que asisten hasta 100 futbolistas fue la puerta para que el venezolano Víctor Pérez jugara por primera vez lejos de su país.
Limón es ahora su casa, ahí pasa sus días y se declara contento de haber encontrado esta oportunidad.
No hay quejas de su vida en Venezuela, ahí pasó once años jugando en la primera división y solo seis meses en segunda. Pero admite que en Costa Rica halló una tranquilidad que en su retoño ya estaba perdiendo.
“Llegó un momento en que lo que ganaba era solo para el día a día; entonces por ese motivo dije: ‘tengo que buscar otra cosa afuera’”, contó.
Su primera opción fue jugar en Colombia, un país que se le hace muy familiar, pues es oriundo de San Antonio del Táchira, frontera con los cafetaleros, específicamente con Cúcuta.
De hecho su esposa es colombiana y en este momento vive en tierras cafeteras, donde también reside la mayoría de su familia.
Sin embargo, mientras barajaba esa posibilidad, apareció Costa Rica. Mediante un contacto le enseñaron sus videos al técnico limonense Horacio Esquivel, quien le pidió ir a un reclutamiento.
Fueron tres días de pruebas y el talento de Pérez, quien hoy es el goleador caribeño con cuatro tantos, terminó por convencer al estratega del primer equipo.
“Dichosamente llegó a Limón y acá le hemos pulido una que otra cosita —destaca Esquivel—. Le vimos muchas cualidades, como movilidad y dinámica. Es disciplinado, versátil y polifuncional”.
Su estabilidad mejoró, porque aunque el salario es apenas mejor que en Venezuela, la devaluación del bolívar (moneda venezolana) frente al dólar lo hacía más difícil.
También nota la diferencia al momento de conseguir productos en cualquier lugar de Limón o en el simple hecho de ir a la farmacia y saber que encontrará lo que necesita.
“Esa fue una de las razones por las que quise salir, la cosa a veces se pone peligrosa, aunque en mis equipos no me faltaba nada. Pero no le querían vender nada a los colombianos y mi esposa es colombiana”, comenta.
Hoy no vive con ella ni con su hija de cinco años, todos los días hablan gracias al internet, pero se declara tranquilo porque les puede enviar dinero suficiente para “que estén bien”.
“Lamentablemente la situación en mi país no es muy buena, hay gente que tiene que salir a hacer lo que sea. Por dicha yo hago lo que me gusta y me pagan por eso. Lo que gano me alcanza para estar bien”.
Por eso espera quedarse en Costa Rica durante más temporadas. Este es su segundo torneo y desde su debut, ante Santos, convenció con dos goles.
Hoy es uno de los hombres más importantes en el esquema de Horacio Esquivel, titular indiscutible y el único foráneo.
Pérez asegura sentirse acoplado, tanto en el fútbol como en la provincia. El clima caribeño no ha sido problema, pues es similar al de Táchira o Cúcuta.
“La gente en Limón es muy amable, comparto casi todos los días con ellos. Estoy totalmente agradecido porque hay personas que lo tratan como si estuviera en casa”.
Insiste, lo único que le falta para sentirse casi que en su hogar, es la llegada de su esposa e hija, y confía, eso será pronto.