Cuando recibió la noticia de que sería papá por segunda vez, Danny Carvajal no era ni suplente en el Saprissa.
El arquero tenía 14 compromisos de estar en la banca e incluso seis juegos vistos desde la gradería.
Vivía un momento difícil con la afición y con su rendimiento, pero el embarazo de su esposa cambió todo.
“Fue uno de los días más felices de mi vida. Supe que tenía que tomar fuerzas y luchar por mis metas, por mi familia y más si viene un niño en camino con más razón”, comentó.
Su esposa, Marcela Campos, cuenta que ese momento fue clave para que la mala racha de Danny se esfumara.
“Cambió mucho. Nosotros sabíamos que íbamos a salir juntos de esto en algún momento. Yo le decía a Danny que tuviera fuerza y que pronto las cosas le saldrían. Muchas veces nos preguntamos por qué le pasaban esos errores y ahora nos damos cuenta que todo ayudó para que el creciera como futbolista”, enfatizó.
La esposa del saprissista admitió que lloró después de la actuación de Danny ante la Liga en la semifinal. “Fue increíble lo que sentí ese día, fue un premio para él”, concluyó.