Erupción en el volcán arrasa con las ilusiones de Saprissa

Cuando el volcán estalla, la lava se lleva a quien se le ponga en frente. Le sucedió a Saprissa, víctima de gruesos errores frente a un Tigres que devora sin compasión. 5 por 1, la paliza se queda corta.

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Perdió Saprissa, goleado y herido, cómplice de sus propios errores contra un equipo al que solo le basta con recuperar un balón en el mediocampo para convertirlo en oro. Y Tigres se encontró una mina para extraerlo. La S lo facilitó todo con yerros de ‘escuela de fútbol’, imperdonables frente a un adversario letal, peligroso y hambriento en su volcán.

Y cuando el volcán estalla, la lava se lleva a quien se le ponga en frente. Le sucedió a Saprissa, que después de 12 minutos impecables cometió un error de bulto que cambió el partido, cuando Aubrey David intentó una devolución de cabeza hacia su arquero Aarón Cruz, sin darse cuenta de que ya lo tenía en frente, a punto de chocar y provocar un accidente.

El accidente fue mortal. Incendió a Saprissa y acabó con su alentador inicio, apenas a los 15 minutos.

La respuesta existió, sí, pero cuando la ejecución del rival adquiere otro valor al imprimirle velocidad a las transiciones para romper al espacio, sucede que no hay propuesta que valga.

La yunta de ataque entre Christian Bolaños y Johan Venegas acabó por jugar un rol secundario ante las enormes dificultades de Saprissa para no perder y quedar descubierto.

Cada vez que hubo un mal pase, Tigres lo transformó en un jugada clara de peligro.

Una mano de Juan Bustos Golobio dentro del área se convirtió en la segunda anotación local. Enner Valencia cobró el disparo desde los 11 pasos para perforar las redes por segunda ocasión. Lo suficiente para colocar la lápida, apenas al 25′.

Solo dos minutos más tarde se apagó la llama de la ilusión tibaseña. Otro fallo en salida, otro error en el pase, otro trazo largo de Tigres, la fórmula fue tan esencial como certera.

Enner Valencia cerró un buen centro y anotó el tercero, al 27'.

Nadie en la retaguardia morada pudo repeler los embates felinos. Cada pérdida de pelota se volvió una pesadilla para un Saprissa incapaz de regresar y cerrar filas.

La guerra estaba perdida.

Y para echar leña al 'volcán' fue el turno de Eduardo Vargas, que cruzó un buen remate después de otra penetración por el perfil izquierdo morado, para conseguir el cuarto, al 37'.

Antes de este tanto, Aarón Cruz había repelido dos remates dentro del área y Bolaños desperdiciado un mano a mano contra el guardavallas Nahuel Guzmán.

Es como si nada le saliera a Saprissa, como si el volcán realmente se hubiese derrumbado encima suyo. No fue un equipo timorato, se abalanzó, penetró e intentó perforar.

Nada le alcanzó, pese a que Mariano Torres descontó al 45′, después de un buen remate de media distancia. Solo sirvió de consuelo.

El segundo periodo repitió la esencia del primero. No importa cuando controle el balón la S, si al final Tigres prepara sus ataques con la fuerza de un torbellino.

La propuesta morada tampoco favoreció en nada. Cada balón perdido era como una daga para Cruz, que solo esperaba la nueva arremetida del ataque felino.

Si los morados trataban de proponer, les esperaba una mordida que los volvería a dejar ensangrentados.

Después de un error de Michael Barrantes, apareció Valencia (por tercera vez) para anotar el quinto, al 62'. Goleada y frustración.

A partir del 72′, el enfrentamiento fue un trámite para Tigres y una terrible agonía para el Monstruo, dolido en su propio ego después de ver como sacó un triunfo en casa, pero apenas si pudo ofrecer resistencia en la guarida azteca.

Tigres goleó al Saprissa 5 por 1.