Al llegar al camerino tras el final del juego ante el América, Jeaustin Campos encontró un grupo desmoralizado y cabizbajo ante la dolorosa derrota.
Hubo silencio, tristeza y frustración de saber que el resultado ante las Águilas pudo ser favorable si las claras opciones se hubieran concretado.
Sus palabras al equipo fueron pocas, pero suficientes para levantarles el ánimo y hacerlos creer que la serie frente a los aztecas aún no está definida.
“En el momento en que yo renuncie a una serie, me quito la S del pecho y me voy”, les dijo.
Ariel Rodríguez agregó que en la intimidad del vestuario también se dijo que “quien no crea en la remontada, que no se suba al avión. Que nadie piense que estamos muertos; a México van los que tengan la convicción de avanzar a la siguiente ronda”.
Campos felicitó al plantel por el esfuerzo, pero sí les hizo saber que en juegos de clase ‘A’ es un pecado perdonar, sobre todo si se trata del campeón mexicano.
“A nivel internacional hay que aprovechar los momentos del partido, como se juegan los clásicos. Tuvimos nuestro momento y no lo pudimos cristalizar y el América aprovechó 10 minutos y nos hizo daño”, añadió el DT.
Después de una oración, la planilla morada salió del vestuario con la frente arriba y eso se vio reflejado en las declaraciones.
“Estábamos dolidos, pero orgullosos del esfuerzo. Al final todos salimos con la cabeza arriba porque lo dimos todo. El que crea que no vamos a sacar el juego allá, que ni siquiera lo vea”, comentó Danny Carvajal.
“Jeaustin nos dio fuerzas, nos dijo que no todo está perdido”, finalizó Daniel Colindres.