Formar parte de Alajuelense no es algo nuevo para Geiner Segura.
Tiempo atrás, se le presentó la posibilidad de volver. A pesar de las opciones que surgieron, no ocurrió en su etapa como jugador, pero en su destino estaba marcado que el retorno se diera como asistente técnico.
Segura cuenta algo que pocas personas saben y es que aunque no jugó con el primer equipo, su carrera futbolística nació en la Liga, tras seguir los consejos de su papá, don José Isidro.
“Yo soy de Río Claro de Golfito, mi papá jugó fútbol en Segunda División con Golfito y siempre quiso que jugara fútbol, siempre me apoyaron mis padres. Un día hablando con él le dije que yo quería venir a San José a hacer una prueba, porque en aquel tiempo no había muchos equipos y Golfito ya no estaba”, manifestó Segura en charla con La Nación.
Don José Isidro sabía que Geiner tenía razón y trató de asesorarlo lo mejor que pudo.
“Me dijo que viniera a la Liga y así fue. Yo llegué, toqué la puerta como cualquier muchacho joven que tiene el sueño de jugar fútbol. Me dijeron que las pruebas se hacían en la Firestone. Ahí me recibió Jorge León, que era el coordinador de liga menor de Alajuelense”.
En ese equipo había buenos prospectos, como Wilson Muñoz, Rodrigo Cordero y Richard Mahoney.
“Llegó la prueba, entrené, me fue bien y don Jorge me dejó en el equipo. Estuve en juvenil y en reserva, estuve en la primera generación que fue a Dallas Cup, en Estados Unidos, y después quitaron la reserva. Algunos se quedaron, otros se fueron a préstamo y yo me fui de vacaciones a mi pueblo. Fue cuando salió un fogueo de Pérez Zeledón contra Golfito, yo me fui a jugar, a ayudarles porque andaba paseando, (Juan José) Gámez me vio y me prestaron a Pérez”, recordó.
Y agregó: “Ahí empezó mi carrera como profesional. Hubo acercamientos para volver a la Liga, por diferentes razones no se dio, pero muy pocas personas saben que yo me inicié en juvenil y en reservas en Liga Deportiva Alajuelense”.
Llegó el momento. Hoy cuenta que no se arrepiente de ninguna decisión, pero sí tenía esa espinita de que quizás con un poco más de asesoría, su retorno a la Liga si se hubiese concretado.
“Como jugador yo pude volver a la Liga en dos o tres ocasiones, me senté a hablar con ellos y todo. No se dio, ahora se me presentó llegar como asistente y soy afortunado, porque estoy en un equipo al que todo jugador quisiera llegar, a una institución tan grande, que a mí se me postergó aunque pudo ser y ahora estoy aquí”.
Por eso es que cuando le propusieron integrarse al cuerpo técnico de Andrés Carevic como asistente, Segura no tenía nada que pensar.
“Tomamos la decisión de venir acá, con el consentimiento del profesor Andrés y toda la parte deportiva y acá estoy, tratando de aportar mi granito de arena y sigo formándome a través de todas estas experiencias que uno va adquiriendo día a día, estando en una institución tan grande como la Liga y yo trato de tomar decisiones para crecer, porque esto es de aprendizaje siempre”, relató.
Segura cuenta que aparte del análisis que se hace del fútbol, del contexto del torneo, de los rivales y otros aspectos, Carevic ha ido construyendo tareas.
“Nos toma en cuenta a todo el equipo de trabajo, nos da algunos matices y que nosotros podamos intervenir en algún momento, sabiendo cuál es el objetivo principal de esa tarea, de lo que él quiere para el juego”.
LEA MÁS: Bryan Ruiz: ‘A un jugador que no haya trabajado bien, nunca le voy a ceder un penal’
Indicó que se siente cómodo bajo esa línea y que en el cuerpo tećnico están contentos porque “el equipo viene haciendo las cosas bien”.
“Y sobre todo en lo personal sigo creciendo; yo sé lo que le puedo aportar al profesor, la libertad que él me da para acercármele, hablarle, darle algún detalle que yo pueda ver, él toma las decisiones y nosotros también respaldamos”.
Durante la entrevista en la sala de prensa del Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares, Segura dice que no le gustan los malos entendidos, ni que a las personas les quede la percepción errónea de algo.
“Se dijeron muchas cosas, pero yo sí quiero que la gente sepa que Guadalupe negoció mi salida, nos fuimos bien, siempre fui muy claro, que cuando surgiera una oportunidad para que Geiner Segura pudiera crecer, se le abrirían las puertas, igual que a los jugadores”.
Tuvo un paso por San Carlos y por Palmares, pero con los guadalupanos siempre se sentirá agradecido porque ahí fue realmente donde se proyectó como técnico.
“Hay formas de llegar a los equipos, yo vengo de dejar un cargo importante como entrenador para ser asistente. Lo hice porque tengo una visión, ganas de seguir creciendo, de seguir aprendiendo y sé que puedo aportarle a Alajuelense”.
Con su sencillez característica y hablando siempre de frente, Segura dice que cuando las negociaciones estaban cerradas y su paso a la Liga era una realidad, no lo podía creer.
LEA MÁS: Leonel Moreira: ‘No tenía claro por qué todas las críticas iban sobre el preparador de porteros’
“Me sentí muy feliz. No pareciera que es mucho lo que se ha hecho, porque soy un técnico que vengo construyéndome, formándome, se me valoró mucho el trabajo en Guadalupe, que no fue solo de Geiner, sino de toda la parte deportiva y de los jugadores, pero al venirme a la Liga, la afición me ha apoyado muchísimo”.
“Estoy muy agradecido con el liguismo y trataremos de dar lo mejor de cada uno de nosotros para que la Liga pueda seguir buscando ese ansiado título que es lo que queremos todos y debemos trabajar bastante para lograrlo”, añadió.
Siente el apoyo. A pesar de que el fútbol hoy es a puerta cerrada, eso no ha sido impedimento para que Segura se sienta acuerpado por el pueblo rojinegro.
“He tenido un apoyo importante y yo considero que eso lo compromete a uno a tratar de dar lo mejor, tratar de que no se quede ningún tipo de detalles para lograr los objetivos comunes que tenemos todos, porque la Liga es el equipo de su gente, detrás de la Liga está esa gran afición que hace grande esta institución y nos debemos a ellos”.
Como futbolista, Segura era un legítimo guerrero, con un carácter muy fuerte, que no daba por perdida ninguna pelota y luchaba hasta el final.
“De ese Geiner que jugaba hay cosas que tengo y cosas que he quitado, porque son contextos distintos. Antes yo peleaba todo en la cancha, ahora estoy afuera, tengo que tratar de ayudarle al profesor a que los jugadores interpreten bien lo que él quiere, a mí también me dan armas para yo interpretar su método, su modelo de trabajo”.
El tiempo lo hizo caer en cuenta de que es peligroso retirarse, dar el paso a vivir el fútbol desde el cuerpo técnico, pero no quitarse los tacos y ponerse en el plan de que cuando jugaba se hacía tal cosa.
“Ya eso quedó de lado y ahora es potenciar al máximo al jugador y que crea en lo que se está haciendo, que estamos buscando lo mejor para él y para el equipo. Tengo mi carácter todavía, pero ya analizo más, antes era hiperactivo y hasta grosero a veces. Eso la verdad que no te deja nada, yo creo que a los jugadores hay que llevarlos a entender que uno lo que quiere es el bien para ellos y para el equipo”, finalizó.