Antes incluso que curar las heridas de la pasada final, Alajuelense tiene en la palestra el tema de la continuidad de su entrenador.
El problema es que nadie, en la institución, la afición o la prensa, tiene pista alguna de las cavilaciones de Óscar Ramírez al respecto.
Desde mucho antes Machillo había pedido unos días después de la final para tomar una decisión. Entretanto, el tema no se ha vuelto a tocar, a la espera de que se resolviera la etapa crucial del Verano.
La directiva esta 100% segura de querer continuar con el entrenador que les entregó cinco títulos en seis finales, afirmó el sábado el vocero, Marco Vásquez. También dijo que son optimistas de que Óscar volverá para su octavo torneo.
Sin embargo, los directivos poco tendrán que ver en la negociación. Como siempre ha sido, será el presidente, Raúl Pinto, quien hable directamente con el director técnico.
“Me imagino que por ahí del martes nos sentaremos a hablar con él y veremos como está la situación a ver si podemos renovarlo”, comentó el jerarca minutos después de perder la final en Tibás.
Según Pinto, esas reuniones siempre han sido cortas y claras.
Aunque no está del todo claro si se llegará a esa reunión. Así lo dejo ver el técnico el pasado sábado.
“Es muy prematuro, yo quiero unos días, quiero un espacio, ellos están claros. Yo he hablado con ellos en el sentido de que quiero mi espacio también y tomar buenas decisiones.
“Esto tiene su desgaste y vuelvo al tema de sentarme en frío y planteármelo, y algunas cositas por ahí, si tomo la decisión de hablar con ellos (la directiva)”, dijo Ramírez en la zona mixta de la Cueva.
A Machillo nunca le ha gustado amarrarse. Desde que llegó al Morera Soto mantiene la misma línea: firma por corto tiempo y no negocia mientras el torneo siga vivo.
En el pasado, ni tener contrato fue garantía: en los primeros días del año pasado Óscar dejó el equipo, después de conquistar el cetro del Invierno 2012. Lo hizo desgastado y molesto por algunas cosas, nunca aclaradas, que pasaron en el interior de la institución.
Agotado. “Como yo lo trabajo, (me acuesto a la) una de la mañana, dos de la mañana... Levantarme a las seis, planear no muy acompañado, pero es parte de...
“Pero sí es muy desgastante. Yo entiendo lo de la Selección y estoy contentísimo, valoro mucho lo que ha pasado, pero definitivamente nos costó, fuimos el equipo sacrificado”, insistió Machillo.
Fueron de las pocas ideas que externó el estratega, a quien se le ha visto notablemente agotado durante las últimas semanas.
El semestre fue muy desgastante para Ramírez, quien en cuatro meses tuvo que dividirse para planificar 30 partidos (26 del Verano y cuatro de la Concacaf). Incluso, en muchas ocasiones, tuvo que entrenar a un equipo para el torneo internacional y otro para el local.