(Alvaro Murillo)
Cardiff (Gales). En junio próximo deberá recordarse aquella mañana nublada en que Jorge Luis Pinto llamó a once seleccionados al centro de un campo galés, rodeados de arquitectura gótica mezclada con canchas para jugar rugby.
Aquella mañana fue ayer y los once escogidos conforman la base del equipo con que el seleccionador nacional decidió encarar el juego de hoy contra la Selección de Gales y, probablemente, las eliminatorias a mitad de año.
Para los galeses el juego de hoy es casi un rezo en memoria de su “héroe” fallecido, Gary Speed, pero para la Sele es este el prólogo de un año clasificatorio y Pinto sabe que no hay segundos intentos para causar una buena primera impresión. Y menos en Europa.
Por eso escogió a los que militan en campeonatos que, se supone, son mejores que el costarricense. De los llamados al centro, el defensor alajuelense José Salvatierra era el único que mañana volverá a su club en Costa Rica. El resto: diez legionarios.
“Me pedían que escogiera un equipo y, bueno, este es. Esta es por decir la base, entre comillas”, justificó Pinto a la prensa. Las “comillas” las pone porque faltan aún 100 días para la eliminatoria, porque ayer mismo hizo tres variantes en el partidito de entrenamiento y porque habrá margen para probar más jugadores del torneo costarricense.
Idea. Esta es la apuesta de Pinto. Hoy la quiere probar con un resultado positivo que dé confianza al grupo. A la afición no, no es necesario, porque él insiste en que tiene el apoyo popular.
¿Una alineación para ganar o un cuadro para ensayar? Las dos cosas, responden el entrenador y varios de sus jugadores. En esta etapa todavía no valen los puntos, pero ya cuentan las victorias, dijo ayer Bryan Ruiz, pieza indudable en el esquema del colombiano.
Aparte de someterse al futbol aeróbico y filoso de los británicos, los seleccionados quieren un resultado agradable para creer que no fue casual el triunfo a Venezuela y el casi-triunfo a España en el 2011.
Gales, cuyos aficionados ni sueñan con ir a un Mundial, está en el puesto 42 de la FIFA. No está mal para un combinado costarricense asentado en el puesto 63 y con el deseo de ir a Brasil 2014.
Los galeses, en todo caso, están concentrados desde el lunes. La mayoría de ellos solo debió cruzar la frontera desde Inglaterra sin salir de Gran Bretaña, a diferencia del kilometraje de la Tricolor.
Los ticos quieren competir y los galeses también querrán una victoria para dedicarla al Speed que los dirigió hasta noviembre pasado, cuando apareció muerto en su casa. Se suicidó, pero en este país, tan reacio a los escándalos, casi no mencionan esta palabra.
“No es para probar sistemas ni ver estilos de juego. Esto es un homenaje”, consideró ayer el periodista galés Steffan Garrero, después de entrevistar a Bryan Ruiz para la cadena BBC.
Steve Williams, jefe de asuntos internacionales de la Federación galesa, redondeó cómo asumen este partido: “Será algo triste. Su muerte fue un shock para la nación, porque se trataba de un héroe que como director técnico llevó a la Selección al puesto 42 del mundo”.
Quizá el mejor tributo de la Sele sea llegar con lo mejor que tiene, con los once llamados al centro. El juego de hoy sí que es un duelo.