Ninrod Medina llegó a Saprissa a finales de los 90 's e inicios de los 2000, cuando el conjunto morado tenía en sus filas a su compatriota Amado Guevara y en el camerino estaban líderes de la talla de Erick Lonis, Víctor Cordero, Jervis Drummond, entre otros. También jóvenes como Christian Bolaños y Rándall Azofeifa.
El catracho estuvo solo tres meses como tibaseño, no obstante la institución lo marcó de por vida al punto que hoy, 20 años, después se declara un enamorado de los colores morado y blanco. En el poco tiempo que estuvo Ninrod aprendió lecciones de vida en el camerino saprissista.
Medina no olvida un viaje a Liberia, en el que compartió habitación con el arquero saprissista del momento, Erick Lonis.
“A mí me marcó la experiencia. Esa vez que me tocaba concentrarme con Erick Lonis, un tipo muy especial, viajamos a Liberia. En el hotel donde nos concentramos había una cama personal y otra matrimonial. Y yo dije: ‘qué voy a acostarme en la matrimonial’. Pongo mi maleta en la personal. En eso entra Lonis y me dice: ‘no Nin, no nos podemos quedar aquí, vamos a una habitación donde los dos tengamos las mismas condiciones para dormir’. Al final me marcó ese tipo, era nuestro capitán, me marcó fuera de la cancha. En ese momento dije: 'Estoy ante una institución, un tipo líder, y que al final son detalles que te ponen en perspectiva de la clase de persona que sos”, explicó.
Ninrod quedó enamorado del camerino de Saprissa, pese a que en esos tiempos se vivían momentos complejos a nivel de finanzas. Hoy es claro en que él siempre quiso volver a vestir la morada.
“Fue un corto tiempo, en vista de que, bueno, llegué en un torneo ya comenzado, debuté un 15 de setiembre y estuve de setiembre hasta diciembre, pero la verdad fue una experiencia muy bonita. Cumplí mi sueño porque jugué en el más grande de Costa Rica y de Centroamérica, fue una parte de la cereza en el pastel de mi carrera”, pronunció.
El juego que realizaba el hondureño era fuerte, férreo en la zaga, situación que hizo que se ganara en el país la fama de ‘rudazo’.
El exjugador asegura que nunca le molestó que lo vieran como un jugador de ‘pierna fuerte’.
“Yo creo que es una línea positiva de un defensa, en ese tiempo el fútbol hondureño era muy fuerte, de rudeza, de entrar fuerte a la pelota. Ahora eso ha ido cambiando por las maneras de juego, por los árbitros. Ahora hay que cuidarse un poco más, pero en aquel momento se hizo un trabajo bueno. En el tiempo que estuvimos dimos lo mejor”, reflexionó.
Aunque Ninrod firmó con los morados por dos torneos, su desempeño fue tan bueno en ese torneo que generó interés en el fútbol de México y partió a territorio azteca.
“Me quedé con la sensación de un equipo grande, el equipo no estaba muy bien económicamente, en ese tiempo se me da la oportunidad de llegar por Amado Guevara. Él platicó con la directiva de ambos equipos. El tiempo que fuimos fue poco pero fue importante en mi vida deportiva”, reflexionó.
“Yo creo que desde que llegué el recibimiento de la gente, el ambiente de Saprissa es diferente. Habían grandes líderes como Lonis, Medford, lo que marcó es que a donde íbamos la afición iba a muerte con nosotros. Me siento fanático de Saprissa, en el poco tiempo de Saprissa me marcó mucho”, añadió.
Medina confesó que antes de llegar a Saprissa, él ya era aficionado del club tico, porque cuando era niño lo veía como uno de los mejores clubes de Centroamérica.
El exjugador recuerda el cuadro morado liderado por Evaristo Coronado y los inicios de Hernán Medford, a principios de los 90′s.
Una situación que llenó de satisfacción al deportista es que en su actual carrera de entrenador se ha topado con figuras costarricenses que él vio nacer, como Christian Bolaños, Rándall Azofeifa y compañeros de esa camada.
“Estaban Christian Bolaños, Rándall Azofeifa y Gabriel Badilla (qdDg), había una madurez grande en el equipo. Estaba Froylán Ledezma. A mí el que me llamó la atención fue Christian, porque era un jugador que en cualquier momento se consolidaba y lograba una gran carrera como la que tuvo, él era muy inteligente y con sus años sigue siendo un jugador desequilibrante”, relató.
Ninrod terminó siendo tan morado que hace poco una sobrina estuvo viviendo en Costa Rica y su única recomendación fue que fuera saprissista.
“Yo tuve una sobrina que vivía en el sector de Cariari y me decía: ‘mis compañeros son heredianos’. Entonces yo de una vez le hablé y le dije: 'tenés que ser de Saprissa, usted póngase la morada”, concluyó entre risas.