El nicaragüense que mueve a Grecia sueña con darle una casa a su madre

Byron Bonilla llegó a Costa Rica a los nueve años y pese a que proviene de una familia humilde, nunca renunció al sueño de convertirse en jugador profesional

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

“Yo trabajo y me esfuerzo porque sueño con darle una casa a mi madre y mis hijas”. Así resume el por qué es jugador Byron Bonilla, figura de Grecia, quien nació en Granada, Nicaragua, y vive en Costa Rica desde los nueve años.

En San Pablo de Heredia comenzó su infancia en suelo nacional, el fútbol nunca pasó por su cabeza, ni la de su madre Maribel Martínez. Las condiciones no eran favorables; sin embargo, su sueño siguió vivo y él optimista por alcanzarlo, pese a que la realización comenzaría un poco tarde por la complicada situación económica que vivía su familia.

“No tuve fuerzas básicas, ni jugué en equipos juveniles porque éramos de pocos recursos, yo saqué la primaria, la secundaria aún no, pero pienso hacerlo. Mi mamá se enfocaba más en sacarnos adelante y luchar por nosotros”, recordó.

El atacante comenzó su carrera a los 18 años, cuando jugaba en Linafa (tercera división), para equipos como CCDR San Pablo y AD San Rafael.

Luego dio el salto al Sporting San José en la Liga de Ascenso, donde registró 13 anotaciones y fue catalogado como el mejor extranjero en la Segunda División en el 2018.

Debido a su gran torneo en la división de ascenso, equipos como el Saprissa y Grecia se interesaron en él.

“Lo de Saprissa no se dio por motivos que solo las dirigencias saben. Grecia me quería antes que Saprissa, me contactó un asistente de Paté, y pude llegar acá”, declaró Bonilla.

Este gran nivel tampoco pasó desapercibido para el estratega costarricense Henry Duarte, actual entrenador de la selección de Nicaragua, quien lo convocó para un amistoso de su selección contra Trinidad y Tobago en el 2016. En este partido ingresó de cambio.

Para el jugador, su llamado a la selección pinolera fue motivo de orgullo, además de una experiencia inolvidable.

Más sobre Grecia:

---

“Fue increíble vestir los colores de Nicaragua, cantar el himno, sentir esa emoción. Toda mi familia y la gente de mi barrio estaban atentos al partido”, destacó.

Bonilla ha sido una de las revelaciones del torneo y pilar importante en el buen momento que vive el conjunto griego en el campeonato, en el que es líder en solitario.

Con Grecia su buen nivel se ha mantenido. Aunque no ha anotado desde que llegó a Primera, ha sido determinante en las jugadas en ataque del equipo griego. Byron suma cuatro partidos consecutivos como titular y ha mostrado cualidades de desequilibrio y velocidad por la banda izquierda.

“Puedo jugar por ambas bandas, me gusta el uno contra uno. He aprendido a jugar con ambas piernas y me considero habilidoso”, mencionó el jugador.

Para el extremo, las claves para el buen momento que vive en su carrera son la disciplina y el hambre por lograr grandes objetivos.

“Me levanto temprano con ganas de entrenar, doy el 100%, corro todo el partido y en cada entrenamiento. Aún no soy nadie, debo trabajar para serlo”, expresó.

La confianza del nuevo estratega griego, Allan Alemán, y la de sus compañeros es fundamental para mantener a tope la motivación.

“Es un joven muy humilde, respetuoso, tiene eso que muchos jugadores no tienen, personalidad, quiere ser el mejor partido a partido, se la cree, quiere robarse el show, y eso es bueno, el fútbol nacional carece de jugadores así. Él ha llegado a Grecia a cambiar muchas cosas y está en un proceso de madurez”, declaró Alemán.

Para José Mora, reciente incorporación del equipo griego junto a Bonilla, la dedicación y lucha son los adjetivos que mejor describen al nicaragüense en el tiempo que ha compartido con él.

“Es una excelente persona, muy humilde y trabajadora. Lucha para construirle una casa a su familia”, mencionó el mediocampista.

Sus deseos o sueños se pueden mirar desde dos vertientes: tiene metas personales y en su carrera como futbolista sueña con jugar en el extranjero, pero su prioridad será siempre darle una mejor calidad de vida a su familia.

“Mi sueño es salir del país, a una liga mejor, para crecer futbolísticamente, pero también para tener mejores ingresos y darle una mejor vida a mis hijas, mi madre y mi mujer, pero eso va paso a paso. Sería increíble llegar a una final y poder traerme a mi papá y mi hermana para que me vean jugarla, si la gano o no, no importa, con tenerlos aquí ya sería un campeón” destacó el jugador.