El futbolista que echó a perder su carrera por mujeriego, vida nocturna y malas amistades

El zaguero se acostumbró a salir tarde por la noche, llegar en horas de la madrugada a su casa o ni siquiera dormir en su cama, sino amanecer en otro lugar, ahora reflexiona y es consciente de sus yerros. Añora un nuevo chance en Primera División

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Derrick Johnson tiene 30 años. Hace 10 años fue una de las revelaciones que dejó Egipto 2009, el histórico Mundial Juvenil en el que Costa Rica fue cuarta del orbe. El limonense, en aquel momento, impresionó tanto que lo quiso el Mónaco de Francia, empero, según él mismo acepta, sus propios errores lo llevaron a desaprovechar oportunidades.

Luego de tocar fondo, Johnson busca resurgir para intentar brillar en el ocaso de su carrera deportiva; no obstante, es consciente que previo a obtener otro chance es importante reconocer sus yerros, esos que hoy tiene claros y sabe que le truncaron un futuro prometedor como deportista.

Derrick, acostumbrado desde temprana edad a llamar la atención por su 1,94 m de altura, no escondió que la mayoría del tiempo, en su carrera, prefirió los caminos que lo alejaban del profesionalismo.

El zaguero se acostumbró a salir tarde por la noche, llegar en horas de la madrugada a su casa o ni siquiera dormir en su cama, sino amanecer en otro lugar y tener que correr por sus implementos de entrenamiento, porque debía estar a las 8 a. m. en el estadio.

"No era de tomar porque gracias a Dios no lo he sido, en cambio sí era mujeriego, porque yo era de agarrar el carro y me quedaba a dormir en tal lado y me levantaba y a veces llegaba a entrenar, otras veces no iba porque no me daba chance, otras me quedaba dormido, al final me parece que eso me afectó mucho", se sinceró.

En muchas ocasiones, el zaguero fue influenciado por lo que hoy califica como malas amistades, quienes se le acercaron solamente por su rendimiento deportivo y fama, y no porque verdaderamente querían compartir con él.

“Cuando se está en el fútbol a uno se le acerca todo tipo de persona, gente que quiere estar por bien, pero también por mal, gente que se acerca solo por la figura que sos, gente que te puede llevar por un camino que no es el idóneo. En mi caso me afectó lo que fue la fiesta y las mujeres, a mí las amistades solo me llevaban a eso, visitaba lugares que no debía. Yo me desvié un poco, nunca me enfoqué”, relató.

El espigado futbolista no esconde que él fue indisciplinado y tiene claro que desperdició el talento que Dios le dio al saber jugar fútbol.

“Fui indisciplinado, llegaba tarde a entrenar, me ausentaba y cosas de ese tipo. Tuve pleitos con compañeros, encontré mucho roce hasta por mi estilo de juego. También desperdicié el talento, todo el mundo me lo dice y en mi análisis soy consciente de eso, porque vea dónde están mis excompañeros y colegas y vea dónde estoy yo”, dijo.

Todavía con cierta nostalgia recuerda el día que Joaquim Batica, representante de futbolistas francés, lo buscó después de Egipto 2009 con una oferta del Mónaco de Francia y él, por incrédulo, la rechazó.

Derrick ahora busca renacer, pide una segunda oportunidad en el balompié. El jugador lo único que desea es recibir el chance de integrar una pretemporada de un equipo de la máxima categoría y que le permitan mostrar su cambio.

“Cuando vi triunfar a mis excompañeros de Egipto, todas esas cosas lo hacen a uno reflexionar y entender lo que pudo ser y no fue. Siento que estoy en una edad que puedo estar bien y aportar mucho, puedo rescatar algo. Si se da, sería como una oportunidad de oro porque la dejé ir, lo tomaría como la posibilidad de mostrar todo lo contrario de lo que uno ha fallado y que la gente conozca todo el talento”, profundizó.

La última vez que estuvo en un equipo fue hace un año en Limón FC; sin embargo, la situación económica de los caribeños lo hizo desistir de seguir vestido de verdiblanco. Ahora el defensivo integrará el RCA de Coronado, un equipo que está peleando para llegar a la segunda B de Linafa.

El exflorense de la temporada 2012 - 2013 y que consiguió un título, llega para jugar la fase final de este torneo y luego esperar el interés de un club de la división de honor.

"Estuve en Limón hace dos torneos. Después del último torneo en Limón, estuve en Barrio México en Liga de Ascenso, luego no he estado haciendo nada, sino que me mantuve entrenando por aparte mientras se daba una opción o algo, pero no se ha dado, entonces ahorita lo que me salió fue la opción de RCA, entonces los voy a ayudar para no quedarme haciendo nada mientras sale otro chance", añadió.

Otro tema que el siquirreño explicó como un punto en contra en su desarrollo fue la falta de tranquilidad a la hora de recibir un salario.

“En lo personal cuando yo salgo de Herediano no salí mal, siempre mantuve una buena relación, pero el salario y eso sí afectó porque yo estuve con Sotela, me tocó lo de Fuerza Herediana al final, yo estuve con estabilidad muy poco tiempo. Jafet Soto siempre me dio respaldo, pero pasé momentos duros porque ya venía de enfrentarme a una situación similar con Pascal en Limón, luego en Brujas con don Minor Vargas. En mi carrera si se dieron muchos problemas en la parte económica, por eso que me tocó vivir, yo no soy de aguantar mucho en eso y me iba de los equipo”, pronunció.

El exmundialista de Egipto 2009 aprovechó para aclarar que en el camerino no tenía problemas futbolísticos con los entrenadores, como se dijo en el pasado.

“Cuando pasa el Mundial se abre mucha especulación después del primer partido que juego, se decía que yo no tenía buena relación y demás, pero solo se dio una pequeña discusión con Rónald González, técnico de aquel grupo, por el hecho de que él me habló que debía esperar oportunidad detrás de Kenner Gutiérrez y Roy Smith, yo estaba frustrado, pero yo nunca hice problema para afectar el grupo”, contó.

“Creo que eso de que yo no encajaba, todo el mundo lo decía antes de Heredia, pero en Heredia no hubo ningún problema, en los otros equipos lo que pasaba es que no les gustaba a los compañeros que yo entraba fuerte en los entrenamientos, pero no pasaban de roces, el defensa está expuesto más a eso”, añadió.

Derrick Johnson busca renacer deportivamente; sus padres, Lyndon Johnson y Jaqueline Mullings, se encargan de apoyarlo en este segundo aire que iniciará en Linafa, pero con la mirada puesta en el profesionalismo.

“La verdad he tenido mucho apoyo de mis padres, en los momentos que no he estado jugando ellos me ayudaron. Entonces ellos son mi sostén y empuje para no caer porque es duro estar inactivo, más para mi edad que no es una de un jugador joven, estoy en una etapa madura en la que debería estar consolidándome. Ahora solo queda sentar cabeza y que Dios decida”, finalizó.

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