El fracaso de Alajuelense contado desde las entrañas

Álvaro Solano, quien fuera asistente de Luis Diego Arnáez, da su diagnóstico sobre un equipo llamado a pelear por el título que no logró siquiera clasificar

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Si hay alguien que conoce de cerca este camerino de Alajuelense es Álvaro Solano. Fue asistente técnico de Luis Diego Arnáez y también formó parte de la Comisión Técnica del equipo hace algunos meses.

Solano estuvo adentro del vestuario manudo y cree saber qué faltó para que se dieran los resultados en un torneo más que emblemático para la institución.

"La Liga dejó de hacer algunas cosas y tal vez lo mejor es quedar eliminados". Así de crudo es Álvaro. Pero... ¿qué dejó de hacer la institución?

Puntualmente: cambiar de entrenador en un momento en que no había tiempo para adaptarse a una nueva idea con tantos partidos entre domingo y miércoles, la conformación del equipo, la falta de jugadores con un linaje de carácter distinto en el equipo y el nulo manejo de la presión.

Vamos paso a paso. Solano estuvo en las entrañas del vestuario erizo. Es en esa intimidad en la que se forja el carácter para revertir una situación adversa o donde todo se hunde. En este caso, ya se sabe lo que sucedió: una eliminación temprana.

“Hay momentos para cambios de un entrenador, quizás en un campeonato tan agitado como este, es difícil encontrar un cambio con buenos resultados. Siento que se resintió esa parte, pero más que todo la conformación del equipo no dio para más. Cuando hubo lesiones nos quedamos sin laterales, algunos no se recuperaron y siempre lo he dicho: Alajuelense necesitaba más volantes de creación que se echaran al equipo al hombro y ayudaran a Alex López”, comentó Solano.

Para Álvaro, algo sucedió a través de los años en el camerino rojinegro, algo que le permitió perder su estado de ganador puro y ahora se respiran eliminaciones tempraneras y se extrañan las vueltas olímpicas en el Morera Soto.

“Hay grandes figuras ahí que fueron campeones con Óscar Ramírez, pero es evidente que en algún momento se perdió el hilo, se perdió el camino, los hábitos dentro del clima del camerino que lo hacía verse como un equipo ganador. Tal vez faltó liderazgo, se perdió ese tipo de jugador que hace que las cosas sucedan”, añadió.

En la planilla actual aún se mantienen jugadores que estuvieron en el último título del equipo en el Invierno 2013, bajo las órdenes del Macho Ramírez, como Patrick Pemberton, Porfirio López y Kenner Gutiérrez, los tres titulares en la final ante Herediano. También eran parte de aquel plantel Allen Guevara y José Salvatierra, si bien no jugaron en la disputa del cetro.

Además, a criterio de Álvaro Solano, de mantenerse en su puesto, el colombiano Hernán Torres tendrá que hacer un análisis exhaustivo para ver a quiénes dejan el plantel y quiénes siguen.

“Hay que hacer la formación de un equipo para querer ganar un campeonato. Hay que desarrollar un plantel y entonces tiene que haber un remezón, porque se perdió esa Liga de logros y hay que hacer un análisis muy individualizado para ver cuáles son los jugadores que pueden mantenerse”, acotó.

Para el que fuera asistente técnico al inicio de esta temporada, el club "no encontró respuestas a momentos específicos de crisis, a lo interno no se encontraron, por lesiones, pero no hubo algún jugador que asumiera el rol de liderazgo".

Este análisis que brinda Solano lo hace desde la labor de protagonista y dejando en claro que cuando estuvo dentro del equipo no sintió que a los futbolistas les faltara compromiso y entrega.

“Nosotros no lo sentimos en ningún momento, fue un grupo muy dispuesto, fue un grupo que quizás la presión es la que lo dañaba, la presión del centenario, tantos torneos sin conseguir títulos. Aunque ellos no lo dijeron, tal vez esa presión no los dejaba jugar de la manera más concentrada y más apta y si a eso aunamos esa presión extra del aficionado para que el equipo campeonice... era jugar al extremo cada partido y habían jugadores que su comportamiento o su carácter les impide dar ese paso de más”, concluyó.

Solano está convencido de que el equipo saldrá de este bache que es nada más y nada menos que la sequía más larga sin títulos en los 100 años de historia: 11 torneos.

A su vez, brinda un diagnóstico de viva voz, pues vivió en carne propia la exigencia de un cetro número 30 que al menos en este torneo no llegará.