El dolor llegó tras una década naranja

EscucharEscuchar

Puntarenas. Era imposible evitar verlo, grande y sudoroso, con la cabeza entre las piernas y las lágrimas cayendo sin césar, sin hacer ruido, pero quebrando el corazón de su hijo, quien le abrazaba.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.