La experiencia juega en las finales y los años, lejos de ponerle un límite a Leonardo González, defensor de Herediano, se convirtieron en sus mejores aliados para anular y frenar la picardía y el vértigo de Daniel Colindres, el hombre más peligroso de Saprissa.
Con sus 36 años, Leo es el defensor más veterano de la final y el segundo futbolista más longevo de los dos planteles, detrás de Víctor Núñez con 37. Sin embargo, la diferencia de edad con Colindres (32 años) nunca se notó en el juego de ida de la final y, por el contrario, González sacó ventaja con su maña.
Daniel, máximo anotador de la S con 13 tantos en total y cuatro en la cuadrangular, no logró driblar al florense, se vio limitado a realizar apenas un remate directo y uno desviado, y estuvo lejos de mostrar su buen manejo de pelota, velocidad y desequilibrio.
Incluso, el morado cayó en la trampa y también perdió en el juego psicológico. El futbolista del Team supo anticipar, siempre estuvo cerca, tuvo rapidez mental y también punzó al tibaseño, hasta que este perdió la cabeza e intentó lanzar un codazo, que ameritó una amarilla en el minuto 33.
"La mayor virtud que tiene es que es muy concentrado, tiene las piernas largas y sin importar la edad es rápido. Además, con su experiencia sacó del partido a Daniel, tal vez por indicaciones de Hernán Medford, quien pudo decirle que lo fastidiara en momentos en los que no tenía el balón, y fue fundamental", manifestó Claudio Jara, exfutbolista florense.
Leo aprovechó cada instante para imponerse, al punto de que al medio tiempo le puso la mano en la cara cuatro veces en menos de 30 segundos al ariete, cuando se encararon. Los compañeros de Colindres tuvieron que apartarlo para que no pasara a más.
El buen juego de González no fue casualidad y así lo dicen sus números, debido a que es el hombre más regular de Herediano, con 2.098 minutos jugados de 2.610 posibles. Además, ha sido utilizado como central y como lateral, puestos en los que cumple de igual forma.
Ambos futbolistas volverán a verse las caras el próximo domingo a las 3 p. m., en un duelo para el que están destinados a chocar nuevamente y Daniel promete que la historia será diferente.
"Todos los partidos son diferentes y mientras exista un 1% de posibilidades habrá fe. Empezamos el torneo perdiendo en San Carlos, en la cuarta fecha caímos feo en Cartago, pero corregimos el camino y ganamos la fase regular. En la cuadrangular iniciamos mal y finalizamos peleando el primer lugar. Ahora en la final se repite y vamos a Tibás a intentar cambiar esto", señaló el delantero.