Minuto 90+2, Rándall Brenes remata sin portero para ganar el juego y Francisco Flores mete el pecho para salvar.
La jugada en el último suspiro fue el fiel reflejo de un Cartaginés que se cansó de pecar frente a la portería adversaria, y al final tuvo que tragar grueso al recibir la penitencia de empatar 1 a 1 contra Liberia.
Seis opciones clarísimas no fueron suficientes para que el equipo de Jeaustin Campos evitara el sufrimiento y acumulara tres fechas sin ganar.
Los locales impusieron su ley en la primera parte, aprovecharon la velocidad por los costados y el desequilibrio, principalmente de Paolo Jiménez, para meter atrás a los liberianos y llegar a placer frente a la portería de Erick Sánchez.
El primero en fallar fue Hernán Fener, quien le pegó la pelota a Sánchez en un mano a mano, en el 5’. El mismo Fener pudo abrir el marcador en el 38’ con un disparo cruzado, pero el cancerbero evitó el gol.
El dominio centenario tuvo su premio en el 33’, luego de que Rándall Brenes marcara de penal, tras una mano evidente de Jean Carlos Sánchez.
Los visitantes poco podían hacer para salir del asedio; simplemente se defendían, aunque toparon con la suerte de que sus rivales fallaron una y otra vez.
El Chiqui globeó mal la pelota al enfrentarse con el guardameta en el 40’, mientras que Néstor Monge estrelló un balón en el horizontal en el 42’, y los blanquiazules se fueron al descanso con el sinsabor de saberse dominadores totales, pero solo sacar la mínima diferencia.
Los yerros del conjunto de la Vieja Metrópoli fueron castigados por un Liberia que apenas en el 51’ llegó al empate, gracias a un error garrafal de Sergio Córdoba. El central intentó despejar la esférica que se dirigía al arco sin problemas, pero la terminó pegando en su propio cuerpo para la igualdad.
El tanto le dio confianza a los dirigidos por Marvin Solano, quienes ganaron profundidad y vértigo con el ingreso de Jean Scott y José Luis Balanta.
Por su parte, Cartaginés dejó de tener una salida clara desde atrás, se vio sometido a la presión del adversario y perdió la buena generación de jugadas en su zona media.
Pese a ya no tener fluidez, Juan Bustos volvió a contar con un mano a mano contra Sánchez, pero la historia fue la misma y falló. Algo similar le sucedió al Chiqui, en el 90’+2.
Los brumosos volvieron a vivir una noche de frustraciones, y esta vez ellos fueron sus propios verdugos.