Eduardo Li pide perdón a Costa Rica y confiesa que regresará “pronto” a comerse el tamal

El expresidente de la Fedefútbol salió libre de la Corte de Nueva York, acompañado de sus abogados y familiares.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Recién puesto en libertad, en declaraciones a radio Columbia, el expresidente de la Fedefútbol, Eduardo Li, dijo estar contento, pidió disculpas al pueblo de Costa Rica y confesó que regresará “pronto” al país, porque quiere comerse el tamal en Costa Rica.

Li, quien salió de la corte acompañado de varios personas, entre ellas sus hijos, dijo estar arrepentido: “De nuevo, pedirle disculpas al pueblo de Costa Rica. Ya luego daré más declaraciones”.

El jerarca no se quiso referir mucho al tema luego de salir en libertad, pero se mostró muy feliz por dejar atrás el caso del FIFAGate.

“Estoy muy contento, agradecerle a Dios, a mis verdaderos amigos. Quiero cerrar este capítulo de mi vida e iniciar una nueva vida”. añadió Li.

---

El exjerarca de la Fedefútbol dejó ver que en los próximos días estará regresando a Costa Rica y reiteró estar arrepentindo de sus errorres.

“Arrepentido de haber cometido estos errores, no tenía la necesidad de cometer esos errores. Estaré dando más declaraciones posteriormente, hay un tema que mis abogados explicarán”.

Previo a la audiencia, el costarricense había dado una breves declaraciones al periodista Alejandro Arley de Deportivas Columbia, justo en la puerta de ingreso a la corte. Entonces se mostró optimista, de buen ánimo, sonriente: “bien gracias a Dios, contento por finalizar esta etapa”.

Al exjerarca de la Fedefútbol se le consultó sobre cómo se encontraba de cara a conocer la sentencia y respondió: “Bien, tranquilo”.

Eduardo li llegó a la instalaciones de la corte en compañía de su abogado Roger Guevara, quien lo ha acompañado en todo este proceso.

Como había adelantado La Nación, basados en sentencias anteriores del FIFAGate, el acuerdo de Li con la justicia norteamericana, su declaración de culpabilidad y la disposición de colabora, además de los nueves meses que ya había pasado en prisión, no era descabellado que quedara en libertad.

Con algunas variantes, el caso de Eduardo Li es muy parecido al de Héctor Trujillo, exsecretario general de la Federación de Fútbol de Guatemala, el primer sentenciado por este mega escándalo, a quien el 25 de octubre del 2017 la Jueza Pamela Chen le impuso apenas ocho meses de prisión.

Trujillo estaba acusado, al igual que el tico, de aceptar comisiones de Media World, concesionaria de los derechos de televisión de la Selección de Guatemala para los mundiales del 2018 y 2022. Solo que lo suyo fue $175.000, mientras que a Li la misma empresa (en asocio con Traffic), le prometió $600.000, de los cuales llegó a recibir la mitad.

El expresidente de la Fedefútbol también aceptó, al declararse culpable en octubre del 2016, que del Mundial sub 17 femenino, que se efectuó en el país en el 2014, se apropió de $90.000 dados por la FIFA.

Asimismo confesó que aceptó un soborno de $500.000 de intermediarios de una empresa estadounidense que sería auspiciante de los nuevos uniformes de la selección de Costa Rica, y que finalmente recibió un pago de $230.000 por este contrato en 2014 y 2015. Por este último hecho, la Fedefútbol recibió una indemnización de MIMO Internacional por el monto de $500.000, empresa condenada por la justicia norteamericana.

Mientras el expresidente de la Fedefútbol aceptó tres de los 14 cargos iniciales imputados por la Fiscalía de Nueva York, Trujillo reconoció dos de los ocho que tenía en contra: conspiración para transferir dinero y transferencia ilegal de dólares, utilizando el sistema bancario de los Estados Unidos.