Los equipos grandes coinciden en que al jugar de visita no pueden controlar a sus barras bravas, por eso consideran que es injusto que los multen en caso de que estos aficionados tengan mal comportamiento.
Herediano fue sancionado con ¢500.000 tras la pelea en el Fello Meza, donde los seguidores brumosos invadieron el espacio de los florenses, lo que obligó a suspender el cotejo del miércoles anterior.
Es por eso que los clubes apelan a impedir el ingreso de sus barras cuando juegan como visitantes, pues creen que en ese momento la seguridad no está en sus manos.
“Nosotros no somos los responsables directos del comportamiento de uno o de otro. Cada persona debe ser responsable de sus actos”, recalcó Jafet Soto, gerente general del Team , quien además agregó que apelarán la sanción impuesta por Unafut.
Saprissa, Alajuelense y Cartaginés coinciden con Soto, pues argumentan que es utópico pensar en que pueden controlar estas situaciones cuando son visitantes.
“Me parece una barbaridad (el castigo) porque uno no tiene ni control de la seguridad ni de los individuos que están haciendo los actos delictivos en otros estadios”, aseveró Galeano Luconi, gerente general del Saprissa.
Raúl Pinto, presidente de la Liga, enfatiza en que la inversión en seguridad es urgente y se debe empezar por hacer esfuerzos para negar el ingreso de fanáticos que han provocado disturbios.
“Es muy difícil para un club asumir esa responsabilidad. Nosotros en el Morera tenemos identificados a los aficionados y sabemos cómo manejarlos, pero en otros estadios quienes deben asumir son los equipos organizadores”, manifestó Pinto.
Por su parte, en Cartaginés afirman que de ahora en adelante estará prohibido el ingreso de la barra brava rival y la local al Fello, tras un acuerdo tomado en Junta Directiva, pues ya identificaron a 14 blanquiazules que estuvieron en la riña del miércoles.
“La barra es un grupo muy pequeño, reducido. En el tema económico no nos va a afectar su ausencia”, dijo Luis Fernando Vargas, presidente brumoso.