¿Tiene más valor para un entrenador clasificar a un equipo pequeño, como Santos, que a la Liga, Saprissa o Herediano?
Si la Liga, Saprissa o Herediano no llegan a la final, es un fracaso. Pero si Santos no llega, no pasa nada. Al arranque de este torneo, lo único que me pidieron era mejorar el noveno puesto del campeonato anterior, así que imagínese que la presión no era muy fuerte. Se hace difícil para el que está en esos equipos porque sabe que no puede estar fuera de esto (semifinales); acá se hace difícil porque vas contra la historia y lo normal, que es no tener problemas de descenso y estar a la mitad de la tabla.
¿Está listo para asumir un equipo grande como técnico?
Creo que sí, pero el paso por uno de esos equipos (Herediano) se puede considerar extraño porque no lo esperaba –haber sido despedido en el Invierno del 2014– ante la cantidad de proyectos.
¿Fue injusta la forma en que se dio su salida del Herediano?
Creo que sí por la forma en que me dijeron que me tenía que ir.
¿Cómo fue?
Me dijeron que el equipo no daba espectáculo y que les importaba más el torneo nacional que la Concacaf, y después vimos que el equipo terminó suspendiendo partidos a nivel local porque sí le importaba la Concacaf. Después de venir de empatar en León (México), al otro día me quitaron, se consideró así y uno lo ve injusto porque iban dos partidos del campeonato nacional; faltaban 20, no había lógica.
¿Le pareció extraño?
A mí no me convencieron y creo que ni ellos estaban convencidos del por qué me quitaban.
¿Fue porque inició aquel proceso de reestructuración, cuando quitó a Minor Díaz y José Cancela? ¿No le gustó al camerino?
A mí me contrataron para que el camerino se despejara un poco y tomara las decisiones que quisiera, que me iban a respaldar, pero el día que me quitaron, me dijeron que no estaban de acuerdo con lo que había hecho. Yo quería tomar otras decisiones más, pero hubo freno y se dijo que esperara. A mí me pareció que debió hacerse radicalmente y dejar el camerino que uno quería, algo insoportable para Heredia.
Entonces, en Herediano, cuando el camerino se siente incómodo, se mueve y...
El que se va es el entrenador, pero no es que el camerino sea malo, es que con quienes se quejan les responden. Ellos (jugadores) tienen un jefe inmediato, pero se van donde el superior y le dicen que hay mucha disciplina y que es muy drástico, que no se sienten cómodos. Entonces, el jefe superior, en vez de decir ‘ustedes tienen un jefe inmediato y él es el que manda’, agarran y lo quitan, y ponen otro a ver si el jugador se siente más cómodo.
¿En la Liga, como sustituto de Óscar Ramírez, o en Saprissa, como asistente de Guimaraes?
No he tenido conversaciones sobre eso, sé que es tiempo de que uno pueda negociar, pero no sé nada. Una vez se fue una oportunidad que tuve de ir a la Liga, pero fue mi decisión, y debo reconocer que la gente de la Liga se portó muy bien; entendió mi posición por el compromiso que tenía con Santos a una semana de comenzar el campeonato.