Los equipos que conforman la Unión de Clubes de la Primera División (Unafut) hacen reportes a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) que podrían no reflejar la realidad, al poner en una balanza el nivel de los jugadores con los números que tienen sus nóminas salariales.
Según Gustavo Picado Chacón, gerente financiero de la institución, esta no es una realidad ajena para ellos, ya que algunos clubes utilizan ‘artificios’ para reducir el monto salarial que reportan a la CCSS los diferentes involucrados en la industria del fútbol, desde jugadores hasta entrenadores y asistentes.
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“Hemos logrado encontrar en algunos equipos mucha disciplina en el reporte y en otros la necesidad de intervenir con más frecuencia, porque los reportes no necesariamente se apegan a la realidad salarial que devengan los futbolistas u otros involucrados en la industria”, afirmó Picado en entrevista con La Nación.
El jerarca también resaltó la complicidad de los jugadores, quienes tienen “más o menos una línea discursiva en cuanto al salario” cuando los inspectores de la CCSS les consultan en los procesos de fiscalización patronal que realizan en los diferentes equipos del país. “El jugador tiene mucha resistencia y no ve el valor de contribuir a la seguridad social. Lo que importa es recibir el salario y dejan de lado el aporte a la CCSS”, aseguró el gerente financiero.
Picado explicó que los patronos deben reportar la totalidad del salario que reciben sus colaboradores, según lo estipula el artículo 3 de la Ley Constitutiva de la CCSS. Esta normativa establece que el monto de las cuotas que se deben pagar se calculan “sobre el total de las remuneraciones que bajo cualquier denominación se paguen, con motivo o derivados de la relación obrero-patronal”.
“Los trabajadores deben aportar sobre los salarios, sueldos y todos aquellos pagos que se deriven de la relación que tienen con el patrono. Si hay un futbolista que le puedan pagar, en este caso, la educación de sus hijos, u otro tipo de actividades, en principio eso también forma parte del salario”, apuntó el jerarca.
El mismo Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol (FCR), órgano que entre sus funciones tiene velar por la equidad financiera de los equipos, aseguró a este medio que algunas dirigencias son ‘habilidosas’ para manejar sus planillas, al ofrecer pagos de educación, casas o viáticos, que en buena teoría deberían reportarse a la CCSS.
De acuerdo con la institución, si se descubren anomalías en los reportes deben construir lo que se conoce como planillas retroactivas, para incluir esa parte del salario que no se ha reportado, con el fin de incorporarlo dentro de los registros de la CCSS.
Aunado a esto, en los diferentes procesos de inspección han encontrado falta de evidencias en libros de pagos o en estados financieros de los equipos, lo que los obligó a establecer una metodología para así conocer si las cifras se apegan a la realidad.
“Tenemos que utilizar unas bases presuntas, en los últimos estudios que hicimos tuvimos que clasificar a los jugadores por tipología: clase A, clase B y clase C. A partir de eso, usando los promedios de otros equipos similares, imputamos a los futbolistas donde el análisis no era consistente entre el perfil del jugador y otros futbolistas con el mismo perfil, que ganaban montos significativamente mayores en otros clubes”, manifestó Picado.
“En las intervenciones recientes, se utilizó esa figura de base presunta, calificando los jugadores dependiendo de la tipología y a partir de eso consignándose salarios promedios de la industria de otros jugadores similares que juegan en la Primera División”, agregó.
Acción en dos vías
De acuerdo con el jerarca, en el caso del fútbol, las denuncias son poco frecuentes. Sin embargo, indicó que existen dos vías de acción para la CCSS con cualquier patrono, una mediante la denuncia y otra de oficio, en las inspecciones de la institución.
“La actuación de CCSS tiene dos vías, la denuncia, donde un trabajador considera no estar siendo incluido en las planillas o bien, que esté incluido, pero que la entidad evidencie que se está reportando un salario menor al que realmente está percibiendo”, agregó Picado.
No obstante, enfatizó en que es bastante extraño que se presenten denuncias en la industria del fútbol. Y, si las hay, comúnmente se dan cuando han pasado muchos años de la relación laboral. “Hemos tenido trabajadores de esa industria haciendo denuncias, pero después de muchos años. En general, no las hacen en el momento en el que están, ni tampoco cuando han salido del equipo inmediatamente, si no cuando están en algún trámite”, aseveró el jerarca.
Consecuencias
El gerente financiero explicó que reportar salarios por debajo de lo real tiene varios efectos, la mayoría relacionados a temas de pensiones, aunque también pueden impactar en el acceso a créditos bancarios u otros aspectos que requieran de una constancia salarial de la entidad.
“Sobre esos montos de salario se calculará una posible pensión, ya sea de vejez, invalidez o muerte. Si el monto es menor, evidentemente la pensión será más baja. También se calculan los subsidios por enfermedad, todo jugador está expuesto a una lesión o a tener otro tipo de padecimiento”, dijo Picado.
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Otro aspecto a considerar es que el aporte que se hace a pensiones complementarias se calcula sobre ese salario, ya sea para el Fondo de Capitalización Laboral (FCL), así como para fortalecer la constitución de la pensión a través del Régimen de Pensión Complementaria (ROP).
El jerarca detalló que las planillas de la CCSS también constituyen prueba en disputas laborales, relacionadas a situaciones en las que se de un despido sin justa causa o un pago indebido de las prestaciones. Otras más indirectas, es que lo reportado a la institución se utiliza en diferentes comercios y en el sistema bancario como prueba de los ingresos de las personas.
Presidentes propusieron metodología
Juan Luis Artavia, presidente del Municipal Pérez Zeledón, comentó a La Nación que los dirigentes de los equipos de la Primera División se reunieron años atrás con la Junta Directiva de la CCSS para intentar crear una tasa diferenciada para los deportes, al ser disciplinas de “interés social”.
“Todos debemos pagar la seguridad social y los equipos de fútbol igualmente, pero sí creo que la cuota es un poquito alta para los equipos, por lo que sí debería haber una cuota diferenciada, no solo para el fútbol, sino para todos los deportes”, comentó Artavia.
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Sin embargo, el jerarca de los generaleños enfatizó en que esa intención de establecer una cuota diferenciada de las empresas mercantiles no prosperó. “Hay que mantener la seguridad social vigente y así está en los estatutos de la Unafut y la Federación. Hay que seguirla pagando porque los jugadores son trabajadores normales y el fútbol es un deporte de choque en el que muchas veces hay lesiones”, manifestó Artavia.
Gustavo Picado aseguró que, como parte del plan de trabajo del año 2022, la CCSS inspeccionará a los equipos de la Primera División el próximo mes de junio, a fin de determinar el correcto aseguramiento de los jugadores y las personas que laboren en el fútbol.