Desde la noche del sábado empezó a sufrir el Cartaginés. El triunfo de San Carlos de 3 por 1 sobre la Liga oscureció aún más el panorama de clasificación blanquiazul.
Los aficionados que llegaron al Fello Meza sabían que su equipo solo tenía una alternativa para mantenerse con esperanzas de clasificar: ganar.
Estos son justamente los escenarios que le han jugado malas pasadas al Cartaginés en otras ocasiones, pues dependían de ellos mismos, que suelen ser sus peores enemigos cuando la presión acecha.
El estadio del equipo más longevo del país daba esa sensación de zozobra en el duelo ante Guadalupe. Había temor de quedarse una vez más fuera de la fiesta grande y el ambiente se llenó de silencios incómodos en muchos momentos.
Para muchos aficionados del Cartaginés el símbolo de esperanza lo representa el cubano Marcel Hernández, quien es por mucho el mejor jugador del equipo de Hernán Medford y uno de los mejores del país.
Cada vez que el caribeño tocaba la pelota se percibía que la afición despertaba, que confiaba en su equipo y que mantenía la ilusión de llegar a buen puerto en este campeonato.
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Apenas a los seis minutos Marcel levantó a los aficionados de sus asientos, luego de que paró una pelota con el pecho en el área, pero su remate salió desviado.
En el 12’, Jorge Gutiérrez cobró un tiro libre que casi entra, pero la reacción de los aficionados no fue tan efusiva, como si el lateral no generara la misma confianza que el cubano.
La primera alegría brumosa se dio en el 15’, cuando Paolo Jiménez le puso la pelota en la cabeza a Marcel Hernández, quien con un cabezazo soberbio mandó la pelota al fondo del marco guadalupano para el 1-0.
Con el marcador a favor, en casa y ante un rival de menor historial cualquier equipo grande se crece, pero el Cartaginés no funciona así, le gusta complicarse y parece que le encanta dudar de sus propias capacidades.
Eso le pasó a los brumosos, empezaron a perder el control de la pelota de manera inexplicable y a darle vida a un rival que está bien dirigido por Geiner Segura.
Tanto dejó Cartaginés crecer a Guadalupe que a los 41 minutos Arturo Campos mandó la pelota al fondo del marco de Darryl Parker para conseguir el 1-1. Ahí regresaron los temores al Fello Meza.
Todo el segundo tiempo fue extraño, Cartaginés estaba quedando eliminado, pero su afición solo guardaba silencio. No se les veía preocupados y hasta dio la impresión que había resignación en las gradas.
No obstante, apareció el mexicano Julio Cruz para devolverle el alma al cuerpo a más de uno, ya que generó un penal muy claro que Henry Bejarano no dudó en señalar y el propio azteca mandó a las redes, al 79′.
Ni así dejaron de sufrir los brumosos, pues quedaban 11 minutos de partido. Se hicieron eternos en las gradas y en el banquillo. A tal punto que cualquier aproximación de Guadalupe generaba dudas.
Hasta que Bejarano alzó sus manos y señaló el final del cotejo, Cartaginés respiró tranquilo. Los brumosos llegarán a la fecha 22 con opciones de ir a las semifinales.