Pavas. Los participantes de la carrera Mi Meta Lafise de ayer tuvieron que vencer a un rival muy conocido: el tramo de casi dos kilómetros del bulevar de Rohrmoser, en Pavas, por el que pasaron un par de veces.
Esa vía tiene dos ascensos prolongados y un falso plano que llevaron al límite a los atletas; incluso algunos tuvieron que caminar.
La prueba arrancó frente al Banco Lafise en Pavas, a las 7 a. m., pasó por la Embajada de Estados Unidos y cerró en la misma entidad bancaria, en un circuito de 5 km que los atletas tuvieron que recorrer dos veces.
Desde los aficionados hasta los élites, todos se vieron forzados a planificar bien la carrera, pues si descendían muy rápido podían quedarse sin fuerzas para el tormentoso bulevar.
“Fue lo más complicado. Es una cuesta bastante difícil en la que no es sencillo mantener el ritmo y más aún en esta carrera, en la que tuvimos que pasar por ahí dos veces”, dijo Víctor López, quien recorrió los 10 kilómetros.
La experiencia y una muy buena preparación fueron clave para derrotar un tramo que puede acabar con la resistencia.
“Esa cuesta se siente bastante en las piernas. Es un ascenso muy fuerte, más que todo en la segunda vuelta, sin embargo, fue un buen reto para todos”, agregó el atleta Tony Cerdas.
Los profesionales también sufrieron e incluso Marvin Martínez, quien se impuso en hombres con un tiempo de 34:01, y Cristina Marín, quien ganó en femenino con 39:39, resaltaron lo difícil de una carrera que brilló por su buena organización y el orden.
“Sabía que las dos cuestas eran bastante complicadas, así que me cuidé bajando y luego ataqué”, contó Rodríguez.